Yamiri Rodríguez Madrid
En su más reciente corte, correspondiente
al mes de marzo, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública reveló que, durante el primer trimestre de
2023, 19 feminicidios se habían perpetrado tan solo en la entidad veracruzana.
Abril está siendo igual de peligroso para niñas y mujeres en Veracruz.
La semana pasada, en Tecolutla, una niña
de solo 13 años fue asesinada por su compañero de secundaria. El domingo, una joven enfermera del Centro
Estatal de Cancerología de Xalapa (CECAN), fue encontrada asesinada.
Tan solo en marzo,
se denunciaron 8 feminicidios y, aunque las autoridades estatales insistan en
que aquí no pasa nada, que Veracruz es más seguro, los números los desmienten.
El Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM), mudo ante estos 21 feminicidios tal
y como lo ha hecho durante cuatro años; lo más que hace es compartir el cúmulo
de fichas de niñas y mujeres desaparecidas semana tras semana en el estado,
aunque eso sí, sí tienen tiempo y ganas para felicitar en sus redes sociales al
gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Un
elefante blanco que nos cuesta a todos los veracruzanos; una dependencia inútil
e indiferente.
Y la Fiscalía
General del Estado (FGE), a cargo de Verónica Hernández Giadans, va por las
mismas. Cuando fue asesinada la niña en Tecolutla su boletín decía que “había
perdido la vida”, como si una vida se perdiera como se pierden las llaves. Cero
sensibilidad al comunicar. La detención del menor tampoco fue logro de la FGE;
fue el padre del menor quien lo entregó.
Es una vergüenza que nada mueva a nuestras
autoridades para intentar reducir las cifras del feminicidio; cada vez son
casos más terroríficos, cada vez este estado se vuelve más peligroso para
nosotras y la hemorragia sigue.
@YamiriRodriguez
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