Yamiri Rodríguez Madrid
Lo que sucedió este miércoles en la zona
centro de la entidad, donde habitantes de Ixtaczoquitlán le prendieron fuego a
un vehículo en protesta porque no tienen agua, es una muestra de los que se
avecina en los próximos años. No hemos
terminado de entender que el agua es vida y aun así, muchos la desperdiciamos.
Las crónicas periodísticas narran que
varias colonias de dicho municipio tienen por lo menos 20 días sin el servicio
de agua y, a la autoridad municipal, ni le preocupa ni le ocupa. Como sucede en muchos otros puntos del estado,
salieron a bloquear el centro para presionar al alcalde, pero lejos de salir y
atenderlos, les echó a la fuerza pública para reprimirlos, lo que derivó en la
quema del vehículo y los hechos de violencia.
Pero insisto, Ixtac no es el único en
padecer esta problemática. La propia capital veracruzana sufre este viacrucis
que ahora se agudiza con la tercera ola de calor que atraviesa el país y que
pareciera no tiene para cuándo terminarse.
Sin ser ave de mal agüero, lamentablemente situaciones como esta se volverán
más comunes porque el agua escasea.
Urge, una vez que más, que las autoridades
de los tres órdenes de gobierno se pongan las pilas a fin de incentivar una
cultura del cuidado del agua e inviertan en tecnología que permita no solo que
todos tengan acceso al agua, sino en formas de acopio y tratamiento y, dos, que
cada uno de nosotros hagamos conciencia de que el agua se agota y que sin ella
simplemente no habrá vida.
Para el resto de los municipios que
enfrentan la misma problemática cabe aplicar con el caso de Ixtac que cuando vean
las barbas de su vecino cortar, pongas las suyas a remojar…
@YamiriRodríguez
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