Por Yamiri Rodríguez Madrid
Mientras que algunas ciudades del país como Nuevo León, Guadalajara y Querétaro, avanzan a pasos vertiginosos para convertirse en ciudades del futuro, las de Veracruz se encuentran totalmente rezagadas, empezando por la propia capital veracruzana.
Circular por avenidas como el Circuito Presidentes se ha convertido en un verdadero viacrucis para los automovilistas pues, mientras que el alcalde Américo Zúñiga Martínez, gasta millones de pesos construyendo calles de nuevos fraccionamientos en Las Ánimas, en esta arteria que comunica a gran parte del corazón de la Universidad Veracruzana, y que es una de las de principal aforo en la ciudad, tiene decenas de hoyos que ha provocado que ya varias suspensiones se averiaran y se susciten choques por alcance. Para esos un poco de grava es más que suficiente.
En Coatzacoalcos, Joaquín Caballero y las propias autoridades estatales quedaron rebasadas por la violencia y, en el Puerto, con Ramón Poo no se hizo absolutamente nada.
Mientras Querétaro está preocupado por convertirse en una cardio ciudad, en Xalapa, Veracruz y Coatzacoalcos, tenemos problemas severos de drenaje, alcantarillado, pavimentación, iluminación, entre muchos otros más.
Y es que las cardio ciudades es una iniciativa internacional que convertiría a Querétaro en la primera del país en poder capacitar a su población en cómo actuar ante un infarto. Un tema trascendental debido a la alta densidad vehicular que hace que el traslado de las ambulancias sea mucho más lento y, ante un infarto, los minutos salvan vidas.
De ahí que esta ciudad del Bajío pretenda instalar desfibriladores en puntos estratégicos pero, sobre todo, enseñarle a la gente cómo usarlos.
Para mitigar el tráfico además, se ha comprado una flotilla de autobuses que llevarán a miles de niños diariamente a sus escuelas, sean públicas o privadas, y con esto se logrará sacar de circulación a miles de vehículos diariamente. La otra novedad es que en estos se lleva una cámara que va conectada con los teléfonos celulares de cada padre, por ruta, para que en todo momento puedan ir monitoreando qué hacen sus hijos en el autobús y dónde se bajan.
Y hay otros programas de sumo interés, como por ejemplo, No les des, el cual busca erradicar la trata de menores pidiéndole a la población que no den un solo peso a los niños que trabajan y subsisten en la calle.
A nosotros los veracruzanos nos faltan muchos años luz para poder implementar programas como estos en nuestro territorio pero, mientras sigamos siendo referencia de corrupción, dificilmente podremos avanzar.
@YamiriRodriguez
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