Por Yamiri
Rodríguez Madrid
En un problema
social puede desembocar la disposición final de los residuos sólidos de Xalapa
pues, con la disputa que hoy hay sobre su paradero, en la localidad de
Pinoltepec, en el municipio de Emiliano Zapata, hay mucha molestia, pues ya no
quieren más basura ahí.
La Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Fiscalía Especializa en
Delitos Ambientales y Contra los Animales (Fedayca), clausuraron esta semana el
relleno sanitario del Tronconal, por un supuesto mal manejo de los residuos
lixiviados, que operaba la empresa Proactiva, y que derivó en contaminación a
un afluente del Río Sedeño.
El argumento
dado es que las celdas donde se depositaban los residuos, y toda la
instalación, estaba a punto de colapsar y, aun con eso, la pasada
administración municipal y el Congreso Local le ampliaron el contrato por otros
15 años, con un pago mensual de 2 millones de pesos.
Lo cierto es que
fue Reynaldo Escobar Pérez, quien como Presidente Municipal de Xalapa hizo la
inversión más fuerte hasta ahora en las celdas del relleno sanitario y, en su
momento, se habló de un tiempo de caducidad.
Nadie se puede
decir sorprendido pues, tanto en este, como en cualquier otro relleno
sanitario, es necesario invertir, dado que las estructuras tienen un tiempo de
vida útil, una caducidad y, cada administración municipal la ha ido
postergando.
Ante la cantidad
de basura que genera la capital veracruzana, un kilo diario en promedio por
persona, multiplicado por el número de habitantes, en unos pocos días Xalapa
estaría ahogado en sus propios desechos.
Intentaron
entonces solucionar el problema mandando la basura con una empresa coatepecana
denominada Ecoxal, la que cobraría 400 pesos por tonelada, pero solo un día se
vio a los camiones recolectores del ayuntamiento de Xalapa enfilarse hacia
Tuzamapan, pues Coatepec carece de relleno, incluso, en pasadas
administraciones, se llegó a tirar la basura en el terreno del ex recinto
ferial.
Ahora se trabaja
con la empresa Mereco, la cual los llevará a Pinoltepec pero, allá, la gente ya
no quiere más basura.
En redes
sociales los pobladores acusan que no ven un solo beneficio pues, la única
carretera que les construyeron fue en los tiempos del fidelato y, nunca más, le
volvieron a dar mantenimiento. La
comunidad se asentó antes que el relleno y, además del apeste en épocas de
calor, también pululan las moscas, por lo que son proclives a enfermedades.
En un punto
tiene mucha razón el ayuntamiento xalapeño: es momento de que en casa comencemos
a separar nuestra basura. Muchos no lo hacen bajo el argumento de que en el
camión o en el basurero se revuelve, pero eso no es válido. Si usted guarda sus residuos orgánicos en
una bolsa del congelador no tendrá el apeste.
El cartón, el plástico, el papel, pueden estar en un rincón de la casa
sin molestar hasta que pase la basura, hasta que se lleve al centro del
recicle, hasta que se regale a la gente que vive de eso.
Con este
problema que hoy tiene Xalapa es momento de cambiar el chip de los ciudadanos y
comenzar a tomar conciencia.
@YamiriRodríguez
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