Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Aunque a las veracruzanas
nos parezca escalofriante que en solo cinco meses ya se hayan perpetrado 116
feminicidios, con muy pocos detenidos, para las autoridades veracruzanas este
no es un tema prioritario. Junio ha sido igual de cruento para las mujeres y
seguimos sin palpar una verdadera estrategia que ponga un freno a este flagelo.
Las cifras del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), las
oficiales, apenas se darán a conocer el próximo 22, contabilizando apenas hasta
el mes de mayo. Sin ser pitonisa, seguramente serán inferiores por mucho, pero
estas son cifras documentas por observatorios ciudadanos, por académicas y
colectivos.
El Instituto
Veracruzano de las Mujeres (IVM) sigue estando ausente, distante y mudo de la
violencia que hay en el estado. No hay campañas mediáticas que les permitan
conocer a las mujeres víctimas los números telefónicos u otros canales mediante
los cuales pueden denunciar o a dónde acudir. Los pocos esfuerzos que hay, como
en Xalapa, son municipales.
La medición más
cruda que la ruta que siguen, si así se le puede llamar, es la incorrecta, son
los más de cien asesinatos contra mujeres. Cada semana los medios de
comunicación en el estado han informado de estos lamentables hechos, en los que
en la mayoría el común denominador es que el agresor, el asesino, es un
conocido, un familiar, su propia pareja.
Tampoco hay un
avance significativo en el grueso de las investigaciones, como en muchos otros
delitos, quedan impunes y los responsables andan sueltos, al acecho de más
víctimas.
Si 116
feminicidios no ponen a pensar a nuestras autoridades, no los sacuden ni avergüenzan
el seguir siendo el primer lugar nacional en feminicidios, entonces no sabemos
qué se necesita para hacerlos reaccionar.
@YamiriRodriguez
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