Yamiri
Rodríguez Madrid
Como sociedad, nos estamos volviendo
indolentes a la violencia en todas sus manifestaciones. Ya no nos sorprende que
38 veracruzanas fueron asesinadas de enero a agosto de este año por razones de género
o que, en ese mismo periodo, se hayan perpetrado 563 homicidios dolosos. Cuando ya no nos mueven colectivamente las
fibras, cuando niños son asesinados.
En San Francisco del Rincón, Guanajuato,
dos pequeños de apenas 6 y 11 años fueron atacados a balazos junto con su
padrastro, quien resultó herido. Ese mismo día, aquí en Córdoba, un pequeño de
apenas cuatro años fue asesinado, aunque el hecho pasó para muchos desapercibido.
Ya la Fiscalía General del Estado informó que
el probable responsable de los hechos es un adolescente de 13 años, al parecer
su medio hermano, pero además obtuvo vinculación a proceso en contra de Samuel
“N”, padre de ambos, como presunto responsable de los delitos contra la
preservación del lugar de los hechos y contra las instituciones de seguridad
pública. Toda una tragedia, que, desafortunadamente, no es la única.
Apenas en marzo pasado, en este mismo
espacio, hacíamos un recuento de los casos de violencia contra menores más
sonados en el estado. La niña de 13 años, que iba en su bicicleta por
las calles de la cabecera municipal y fue asesinada a puñaladas por su
compañero de la secundaria en el municipio de Tecolutla. Otro niño de 11 años fue asesinado de un
balazo en su cabeza en una pequeña localidad del municipio de La Perla, por
otro niño de la misma edad, luego de que le ganara en las maquinitas de la
tiendita del pueblo. Ahí también en Córdoba una niña de 14 años
apuñaló a su amiga por la espalda tras una pelea.
El 22 de enero, seis personas,
entre ellas dos menores de
edad, fueron ejecutadas por un grupo armado sobre la carretera federal
Veracruz-Xalapa, a la altura de Las Bajadas, en el puerto de Veracruz y, el 5
de marzo, cuando asesinaron a tiros a un funcionario del Congreso Local,
también le arrebataron la vida a su pequeño niño.
Y así podríamos seguir
refiriendo muchos otros casos más que nos deben a todos prender las alertas. Este no es un tema propiciado por
autoridades; es algo que nos compete en cada hogar. Como padres, debemos estar muy atentos de
las conductas de nuestros hijos, de sus amistades, de lo que hacen y/o dejan de
hacer, pues cada vez se vuelven más frecuentes este tipo de tragedias.
@YamiriRodriguez
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