Yamiri Rodríguez Madrid
Hay preocupación a nivel
nacional debido a que cuatro aspirantes a un cargo de elección popular en 2024
fueron asesinados: en Morelos, a un
regidor del PAN que quería ser candidato a diputado local fue ultimado a
balazos al interior de un gimnasio el 4 de enero; en Colima, un priista
aspirante a la presidencia municipal de Armería, tuvo el mismo destino, al
igual que su correligionario en Suchiate Chiapas. Otro aspirante de Morena a la
alcaldía de Acapulco, fue matado a tiros dentro de una pozolería el pasado mes
de diciembre. Pero esto apenas inicia.
En los comicios del 2021
fueron 102 los políticos ejecutados, 36 de ellos candidatos y varios de estos
de Veracruz. Incluso nuestra entidad, junto con Guanajuato y Guerrero, fueron
considerados en dicho año como los más peligrosos para el quehacer político.
Afortunadamente hasta
ahora, aquí vamos con saldo blanco, aunque lo cierto es que solo han arrancado
las precampañas por la gubernatura.
Mantener así las cosas es tarea de las autoridades, que deben
coordinarse con las electorales al ser un tema netamente de seguridad.
Los partidos políticos
también deberían hacer su parte, con una revisión muy muy cuidadosa de cada uno
de los perfiles que postularán, para evitar nexos con la delincuencia pues
luego, ya con el membrete dado, se llevan cada sorpresa. Hoy se revisan antecedentes
penales, que anden derechos con los temas fiscales y hasta que no sean
agresores de mujeres ni deban la pensión alimenticia, pero no se ha puesto un
requisito que les pida también estar sin nexos con los malos.
Claro, los crímenes de
políticos no se dan solo en tiempos electorales; sucede también el resto de los
meses, como lo hemos tristemente podido comprobar, siendo el caso del asesinato
del ex alcalde emecista de Gutiérrez Zamora, el más reciente.
Por unos comicios
nutridos y ordenados, esperemos que ya cese la violencia política en el país y,
que en esta ocasión, no nos llegue a Veracruz.
@YamiriRodriguez
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