Yamiri Rodríguez Madrid
A punto de concluir el
primer mes del 2024, la inseguridad no ha dado tregua en Veracruz. Primero fue
el asesinato de un líder ganadero, junto con otras tres personas, en el municipio
de Playa Vicente. Luego vino el asesinato de un joven en Lerdo de Tejada
presuntamente a manos de policías municipales, lo que enardeció los ánimos.
Pero este fin de semana
fue sumamente negro para Veracruz. El
asesinato del líder municipal del PRD en el municipio de Cuitláhuac, a plena
luz del día, fue el arranque. En Coatzacoalcos,
un empleado de ASIPONA fue balaceado frente a su hija. El sábado, los cuerpos
de dos mujeres asesinadas fueron arrojados a la vía pública en el tranquilo
municipio de Perote y, el domingo ya muy tarde, el macabro hallazgo, otra vez,
de cuerpos desmembrados en dos vehículos en el municipio de Tuxpan.
Según trascendió fueron
15 personas las ejecutadas de manera cruenta en el norte del estado, aunque la
autoridad no ha dado una cifra oficial ni identidades; sin embargo, es un hecho
muy similar al suscitado el año pasado en Poza Rica, donde se encontraron
oficialmente trece cuerpos destazados y congelados. En ambos casos, dijo el
gobernador Cuitláhuac García, todo parece indicar un ajuste de cuentas.
De las doce ejecuciones múltiples
-más de cuatro personas asesinadas en el mismo hecho-, que se han registrado en
enero del 2024, dos han sido en Veracruz: la del 21 de enero en Playa Vicente
con un saldo de cuatro víctimas y la del 28, con los supuestos 15. Es decir, de
esos 68 muertos en ejecuciones múltiples, 19 eran de Veracruz; es decir, casi
el 30 por ciento.
Es urgente tomar cartas
en el asunto. Nada tiene que ver, por ejemplo, la tragedia de Montemagno en
Xalapa con el papel de las autoridades, pero sí tienen responsabilidad en el resto de los
casos, pues Desafortunadamente, no hay un solo año en el que salgamos limpios
de tragedias de este tipo.
@YamiriRodriguez
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