Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Interesante el
movimiento que, desde redes sociales, se gesta para rescatar el Penal de
Ignacio Allende, en el Puerto de Veracruz, y deje de ser un nido de
malvivientes.
A través de una
petición en la plataforma change.org (https://www.change.org/p/gobierno-del-estado-de-veracruz-rescate-penal-de-allende-puerto-de-veracruz-6eda1689-eb8e-4488-b469-518582c61e9b?recruiter=985956946&utm_source=share_petition&utm_medium=twitter&utm_campaign=share_petition&recruited_by_id=a520bf10-ab79-11e9-ba20-19f614ec4e64&use_react=false)
un grupo de ciudadanos denuncian que luego de la filmación de la película del
director Mel Gibson, How I spend muy
summer vacations –o Atrapen al Gringo,
en español-, por allá del año 2012, el ex centro penitenciario se ha convertido
en un edificio abandonado donde viven delincuentes y drogadictos.
Según lo explican,
con justa razón, esto atenta contra la seguridad y sanidad de los vecinos de la
zona y de todo aquel que pasa por ahí que, además, está prácticamente en el
centro del puerto.
Asimismo,
afirman que robos y ataques han ocurrido por esta situación, incluso en un
jardín de niños al cual han saqueado en cuatro ocasiones. No existe vigilancia
y además el edificio se deteriora, existiendo riesgo de derrumbe pues los que
ahí llegan diario le dan mazazos a fin de sacar el fierro viejo, las varillas para
poderlo vender en unos pesos.
Por lo anterior
han iniciado este movimiento después de tantos años de pedir se haga algo en el
lugar. A ver si esta nueva administración estatal sí les hace el milagrito. Y
es que fue durante el sexenio del priista Fidel Herrera Beltrán, en el 2009, cuando
la cárcel cerró sus puertas. Los 960 reos fueron trasladados a otros centros
penitenciarios y, a los porteños, se les prometió que el inmueble se rescataría
y hasta sería un centro cultural.
El ex presidente
municipal, Jon Rementería Sempé, declaró en su momento que sería un museo
similar a los parisinos, con recorridos virtuales y 50 mil piezas históricas
que no veían la luz porque no había espacio. Pero a más de 10 años no hay ni un
espacio público para el Puerto ni tampoco un nuevo centro de readaptación
social, lo que por otra parte trae complicaciones financieras para las familias
de los reclusos.
Han pasado otras
dos administraciones, más esta que comienza, y el edificio del porfiriato, construido
en 1902, pero inaugurado hasta 1908, sigue sin intervención alguna. Esperemos
los años, y los vándalos, no sigan pasando por él.
@Yamiri
Rodriguez
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