Por Yamiri
Rodríguez Madrid
En muchas
ocasiones, en la administración pública, no se trata de inventar el hilo negro,
sino de seguir los caminos que ya fueron muchas veces andados y han dado
resultados. Desafortunadamente la falta
de experiencia quedó de manifiesto este año con el súbito aumento de casos de
dengue que hay en el estado. Los números son alarmantes y el secretario de
Salud, Roberto Ramos Alor no ha dicho esta boca es mía.
Dada su altitud
y sus condiciones climáticas, años atrás era impensable que en ciudades como
Xico o Coatepec se dieran brotes de dengue. Hoy, los laboratorios particulares
no se dan abasto con la cantidad de personas que acuden a realizarse la prueba.
Se habla de por
lo menos 300 personas con dengue en Coatepec y un número mayor en Xico. Los
dueños de un hotel coatepecano reportan que tres de sus empleados tienen
dengue. Afuera de una veterinaria hay
una cartulina pegada: “por causas de fuerza mayor (dengue) permaneceremos
cerrados hasta nuevo aviso”. A las dos doctoras las picó el mosquito.
Su servidora,
reponiéndose recién de esta enfermedad llamada también quebrantahuesos, acudió
al laboratorio, donde la técnica me explicó la cantidad de personas que a
diario van a hacerse la prueba y dan positivo. Mi médico, muy consultado en el
pueblo mágico, dice que él solo ha atendido unos 70 casos en los últimos días.
Prácticamente en cada familia hay un enfermo de dengue y yo, al menos, no he
visto que alguien pase fumigando.
Años atrás,
previo a que iniciara la temporada de lluvias empezaban intensas campañas en
radio y televisión informando a la ciudadanía la importancia de estar libres de
cacharros. Luego pasaba personal de las Jurisdicciones Sanitarias por las
colonias y, en los municipios, era el ayuntamiento el encargado de mandar
unidades o al camión de la basura, a
levantar cacharros. Había cuadrillas
fumigando. Hoy todo eso es pasado.
A nivel estatal,
despidieron a una cantidad significativa de trabajadores del sector salud, y
los presidentes municipales de Xico y Coatepec están cruzados de brazos ante el
mayúsculo problema que también es su responsabilidad. ¡Igual y también los
tumbó el dengue! Esperemos que el próximo año no se repita lo mismo.
@YamiriRodriguez
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