Yamiri Rodríguez Madrid
La suspensión de cirugías en el Hospital
Regional Luis F. Nachón de Xalapa por falta de anestesiólogos es equiparable a
cuando en el duartismo supuestamente les inyectaban agua a los niños con
cáncer, bandera que, por cierto, se usó hasta el cansancio en las campañas de
Morena.
El oficio que el pasado 22 de marzo envió el
jefe de cirugía de dicho nosocomio, Melito Lozano Morales a la directora del mismo,
Reina Uscanga Uscanga, es la muestra clara de que ese modelo de salud igual al
de Dinamarca que nos prometieron, no va a llegar a Veracruz.
Este hospital atiende cientos de pacientes
todos los días; sin embargo, las cirugías están suspendidas por tiempo
indefinido. Quienes ahí acuden
obviamente no son derechohabientes; muchos están en condiciones tan precarias
que sus familiares tienen que dormir en los albergues o en la banqueta del
hospital mientras ellos están internados.
Suspender las cirugías es condenarlos a muerte, pues difícilmente tendrán
30 mil o 50 mil pesos que en promedio cuesta un procedimiento en un hospital privado.
Desafortunadamente, son acciones
recurrentes en el sistema de salud veracruzano. En octubre del año pasado, el hospital civil
de Coatepec estuvo varias semanas sin quirófano por lo que los pacientes y
mujeres embarazadas tenían que viajar hasta Xalapa, lo que además de un gasto,
ponía en riesgo su salud.
Roberto Ramos Alor, ex titular de la
Secretaría de Salud, “renunció” tras el escándalo de medicamentos oncológicos
almacenados y caducados, mismo que a casi un año del hecho, no ha sido
aclarado.
Lo peor es que el gris secretario de
Salud, Gerardo Díaz Morales, tuvo una respuesta tardía sobre este tema tan
delicado y que costará vidas. Así, ¿de verdad creen que los veracruzanos nos
vamos a tragar el cuento de que nuestro modelo de salud ya casi se equipara al
de Dinamarca? Tan criminal es inyectar agua como suspender cirugías.
@YamiriRodriguez
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