Yamiri Rodríguez Madrid
Todos nos quejamos de las altas
temperaturas que se resienten en Veracruz, pero poco hacemos en lo individual por
remediarlo. Basta echarle un ojo a la colonia o fraccionamiento donde vivimos
para constatar que éstas son auténticas odas a las planchas de cemento. La modernidad ha arrasado con los árboles y
las nuevas zonas habitacionales carecen de estos.
Sería buena idea que en el Congreso Local
se realizara un foro con arquitectos y urbanistas para reformar las leyes y
obligar a desarrolladores y nuevos negocios a sembrar árboles porque, hasta
ahora, todo es simulación.
Supuestamente cada fraccionamiento y unidad habitacional está obligada a
contar con un área verde, pero terminan siendo otra plancha de cemento con unos
cuantos cuadros de pasto y unos juegos.
Hace un par de décadas estas temperaturas
eran impensables en Xalapa, Coatepec y Banderilla; pero tanto árbol talado, la
agresión contra el último reducto en el estado del Bosque de Niebla, finalmente
nos están pasando la factura.
Imaginemos que cada uno de nosotros sembráramos
un árbol en el frente de nuestra casa -árboles cuyas raíces no levanten
pavimento ni rompan tuberías-, cuánto cambiarían nuestras calles, cuánta sombra
tendríamos. Sin embargo, muchos no quieren barrer las hojas del frente de su
casa, por eso no lo hacen.
Los nuevos ordenamientos territoriales
supuestamente obligan a los negocios a tener cajones de estacionamiento, lo
mismo se debería hacer con la siembra de árboles. Es urgente tomemos cartas en
el asunto; nos estamos quedando sin pulmones verdes y nos negamos a verlo. Ahí
están los Colegios de Arquitectos, la Universidad Veracruzana (UV), el INECOL y
la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para apoyarnos con recomendaciones de
especies; algunos incluso hasta los árboles donan, siempre y cuando nos
organicemos con los vecinos.
Está en cada uno de nosotros hacer la
diferencia, empezando por nuestras comunidades. ¡Sembremos árboles!
@YamiriRodriguez
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