Yamiri Rodríguez Madrid
Esta semana, la Fiscalía General del
Estado (FGE) logró sentencia condenatoria de 70 años de prisión en contra de
dos feminicidas en Tamiahua. A finales de marzo, a otro sujeto le dieron 54
años de prisión por asesinar a su concubina en Cosamaloapan y, a otro más en
Tezonapa, le echaron 70 años por el mismo delito.
Pese a los años de cada sentencia y de que
estas son cada vez más frecuentes, pareciera no es todavía escarmiento
suficiente. Hace unos días, en el municipio de Martínez de la Torre, el cuerpo
de una mujer con huellas de tortura fue encontrado en un riachuelo de aguas
negras.
El Observatorio Universitario de las
Violencias contra las Mujeres documentó durante los primeros dos meses del año
8 feminicidios; 5 de estos tan solo en el mes de enero. No hay que perder de
vista que, en ese mismo periodo, se dieron 93 desapariciones; 55 de estas en
febrero. Las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional
de Seguridad Pública, correspondientes al primer trimestre del año, se presentarán
en una semana más y confirmarán que la
tendencia sigue en aumento.
Estas cifras -que tienen nombre, apellido y una familia-,
nos demuestran dos cosas. La primera es que, pese a que los castigos son
ejemplares, esto no ha ayudado a inhibir este delito y segundo que, pese a la
gravedad del caso en Veracruz, no es una prioridad en la agenda de todos los
candidatos que buscan un cargo en la boleta.
Aun están a tiempo de centrarse las
campañas en lo que verdaderamente importa, que es cómo frenar las violencias
contra niñas, jóvenes y mujeres; la guerra de lodo puede esperar; el riesgo en
que muchas veracruzanas viven, eso no. Ojalá
y hagan conciencia pues en manos de ellos estará el poder frenar parte de esta
crisis social.
@YamiriRodriguez
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