Yamiri Rodríguez Madrid
La violencia política contra las mujeres
en razón de género es toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en
elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada, que tenga
por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de
los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres, el acceso al
pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a su cargo, labor o actividad,
el libre desarrollo de la función pública, la toma de decisiones, la libertad
de organización, así como el acceso y ejercicio a las prerrogativas, tratándose
de precandidaturas, candidaturas, funciones o cargos públicos del mismo tipo.
Un ejemplo de esta conducta es cuando se
divulgan imágenes, mensajes o información privada de una mujer candidata o en
funciones, por cualquier medio físico o virtual, con el propósito de
desacreditarla, difamarla, denigrarla y poner en entredicho su capacidad o
habilidades para la política, con base en estereotipos de género.
Si echamos un ojo al Registro Nacional de
Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, hay 378
registros con 371 personas sancionadas, siendo Veracruz el segundo lugar
nacional con mayor incidencia con solo 46 casos.
El registro se va a incrementar, si o sí,
en este proceso electoral y ya lo estamos viendo, no solo en Veracruz, sino en
todo el país. Precisamente, hace unos
días, el candidato a senador de Morena, Manuel Huerta Ladrón de Guevara afirmaba que hay difamación, diatribas y
campaña de desprestigio en contra de la candidata a la gubernatura veracruzana
de Morena, Rocío Nahle. A la par destacaba que ella ha sido muy prudente, pero que
pasando la elección habrá consecuencias.
Y es que la
que era una máxima en la contienda, de que en la guerra y en el amor, todo se
vale, hoy se sanciona y muchos equipos de campaña, sin importar los cargos, no
terminan de entender qué es violencia política de género y que no; otros, sin
prudencia alguna, se lanzan contra candidatas, metiéndose con su físico, sus
relaciones y demás, sin dimensionar si quiera las consecuencias o creyendo que
no les va a pasar nada.
Unos lanzan
sus ataques directos; otros se esconden en las tinieblas de las redes o bien
tienen sus emisarios para atacar; sea como sea, si proceden legalmente contra
ellos y se comprueba el agravio, hay sanción para ellos.
Así que por
más que les preocupen los resultados de las encuestas, por más lodo que tiren, no
deben andarse por las ramas pues, de lo contrario, sus actitudes
misóginas, machistas, les pasará factura sin importar quiénes sean ni el tamaño
de la candidatura. Ya verá cuántos casos, y de qué tipo, se van acumulando.
@YamiriRodriguez
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