Yamiri Rodríguez Madrid
La Universidad
Veracruzana (UV) está otra vez en el ojo del huracán por la represión que,
acusan estudiantes, ejercen contra quienes luchan contra la Reforma al Poder
Judicial. Lejos de fomentar el libre
pensamiento, el debate argumentativo, el florecimiento de ideas, trata de acallar
esas voces “rebeldes”.
De todos es sabido que el
rector Martín Aguilar, cuya cepa es el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales,
simpatiza y tiene estrechas relaciones con el partido gobernante, el Movimiento
de Regeneración Nacional (Morena) por lo que en estos casi cuatro años al
frente de la máxima casa de estudios en la entidad, ha intentado incomodarlos
en lo mínimo. Incapaz de ir contracorriente
o emitir un juicio que pudiera causar escozor.
Hace apenas unos días, en
una de las múltiples marchas ciudadanas de apoyo al Poder Judicial, un grupo de
universitarios de la Facultad de Derecho campus Xalapa, denunció públicamente que
son presionados por autoridades académicas para evitar que protesten, por lo
que entre las consignas que lanzaron pidieron que no haya represalias en su
contra por ejercer su derecho a la libertad de expresión y su derecho a la
libre manifestación.
Históricamente, la
Facultad de Derecho ha sido semillero de funcionarios públicos de todos los
niveles -hasta gobernadores-, de excelentes abogados, reconocidos a nivel
nacional. Esa inquietud de ser
partícipes de su acontecer, constructores de su presente y su futuro, como debe
ser no solo un universitario, sino todo joven, se da desde la elección de sus
mesas directivas de alumnos. La
Universidad lo sabe muy bien, los xalapeños y los veracruzanos se los
reconocemos, pero hoy se sorprenden las autoridades universitarias, sabedoras
de que les va a sonar el teléfono para reclamarles que por qué no pueden controlar
a los muchachos.
Años atrás, en las protestas,
vimos a universitarios hasta incendiar camiones cuando se les quería subir la
tarifa. Los de izquierda lo aplaudían,
pero hoy que les toca, se sorprenden, se indignan. La UV formó un papel primordial en el Movimiento
del 68 -ahí está el libro de Ranulfo Márquez, Juan José Rodríguez Prats y
Guillermo Villar, denominado El 68 en Xalapa y el liderazgo estudiantil en la
Universidad Veracruzana-, pero insisto; hoy no solo incomoda, sino que hasta se
buscan acallar esas voces.
Pareciera que lejos de
formar pensadores, los que cambien las cosas que no funcionan en el estado y en
el país, en la UV se quiere sacar solo licenciados e ingenieros en serie.
Lamentable.
@YamiriRodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario