Por Yamiri
Rodríguez Madrid
En 2007, el
entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán, envió al Congreso Local una
iniciativa para sancionar la pinta vandálica de paredes en la vía pública. Tiempo después se hizo la respectiva
modificación al Código Penal y a los Bandos de Policía y Buen Gobierno de los
municipios.
Incluso, en la
gestión de David Velasco Chedraui, mandó a las calles de la capital del estado
unas cuadrillas de mujeres con unos carritos, a fin de que se encargaran de
limpiar los grafitis de las calles pero, a la vuelta de los años, el mal volvió
sin que nadie lo sancione, ni las autoridades se inmuten.
Basta caminar
por cualquier calle de Xalapa para ver el estado en que se encuentran bardas
particulares, edificios públicos y puentes.
Lo curioso y lamentable es que esto se presenta con mucha mayor
frecuencia en puntos cercanos a escuelas.
La zona de la
USBI y la preparatoria Antonio María de Rivera es un claro ejemplo de lo
anterior, pues tanto los puentes del Circuito Presidentes como una fuente
adyacente a la institución educativa, presentan severos manchones de aerosol
sin sentido.
¿Qué hacer ante
esto hecho? Primero, en las escuelas, cerciorarse de que en las mochilas los
alumnos no lleven sprays; segundo, el municipio emprender una campaña de
limpieza, ante la falta de cultura que prevalece en nuestra sociedad y,
tercero, empezar a sancionar, por lo menos con multas, a quién sorprendan con
la lata en la mano.
Y es que de nada
sirve tener leyes que no se aplican, ni una capital que tiene el título de la
Atenas Veracruzana con semejante facha.
Ahí les dejó la
muestra del botón.
@YamiriRodríguez
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