Por Yamiri Rodríguez Madrid
Hablar de la región
de Los Tuxtlas es sinónimo del buen tabaco.
En municipios como Santiago Tuxtla, aún se pueden apreciar los pocos
talleres artesanales que subsisten, sin que los puros representen ya un
verdadero negocio para esa selvática zona veracruzana.
Aún con los embates
de la crisis que afecta al sector cafetalero, aún hay asentadas una veintena de
beneficios de tabaco, fábricas de puros y otros productos derivados de la misma
hoja.
Hoy, de cara a
la discusión del presupuesto 2017, de nueva cuenta se insiste en elevar el
impuesto al tabaco, mismo que ha sido postergado desde 2012; es decir, lo que
pretenden nuestros congresistas es actualizar el
artículo 2 de la Ley del Impuesto Especial Sobre la Producción y Servicios
(IEPS), mediante el cual los puros y otros tabacos labrados hechos a mano, tendrían
un aumento de 36.6 por ciento.
Los puros más costosos en el mercado son los Cohiba.
Los Cohiba Behike casi 600
pesos. Tres piezas
de Partagás Culebra cuestan 350 pesos.
Los puros Te Amo, de los
Turrent, son los más famosos.
A nivel local,
el diputado local, Octavio Pérez Garay, ha dado a conocer que gestionará ante
la Secretaría de Turismo estatal, se impulse la fabricación artesanal de puros,
como estrategia para reactivar la economía regional, pues de esta dependen
cientos de familias.
Incluso, las
fábricas más grandes y de más tradición ofrecen visitas guiadas para que se
pueda apreciar el corte en los campos, el secado, el despalillado -que consiste en quitar el tallo de la
hoja- y el enrollado del puro, aunque, por la falta de promoción, ni los
propios veracruzanos conocen el proceso.
A decir del diputado
por dicho distrito los grandes productores se mantienen pero disminuyó la
plantilla laboral y los pequeños han desaparecido pese a que el producto
que vendían era de excelente calidad.
De ahí que, a pesar
de los esfuerzos, el 2017 se vislumbre más complicado aún para la industria
tabacalera veracruzana.
@YamiriRodríguez
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