Por Yamiri Rodríguez Madrid
¡Y siguen las
bajas por el proceso electoral de Veracruz! Ahora le tocó al Partido
Alternativa Veracruzana (AVE), de Alfredo Tress Jiménez y al Partido
Cardenista, de Antonio Luna Andrade, perder su registro como fuerzas políticas
estatales al no haber obtenido el 3% de la votación válida emitida en las
elecciones locales del pasado 5 de junio de 2016.
Sin duda lo que más les duele a sus
dirigentes es la pérdida de las prerrogativas, pues por citarle un ejemplo, el
AVE recibió el año pasado, 18 millones 212 mil 221 pesos y 69 centavos como
monto total del financiamiento público ordinario. Así, según información de la
Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del extinto Instituto Electoral
Veracruzano (IEV), la ministración mensual que le correspondía fue de 1 millón
517 mil 685 pesos con 14 centavos.
Al Cardenista le
tocaron como monto total en 2015, 11 millones 855 mil 601 pesos con 38
centavos, distribuidos en 12 mensualidades de 987 mil 966 pesos con 78
centavos.
Ninguno nunca
tuvo la capacidad política para ir solo en una elección ni contribuyeron en
nada a mejorar la vida de los veracruzanos.
Pero si bien en
el presupuesto 2017, del Organismo Público Local Electoral (OPLE), se tienen
contemplados a ambos partidos en el reparto de 385 millones 868 mil 825 pesos
por concepto de prerrogativas, en enero harán el reajuste correspondiente.
El AVE, que vio la luz apenas en 2011, se ostentaba como un partido que promovía candidaturas ciudadanas y pugnaba
por la revocación del mandato aunque claro, bailaba al son que le tocaran en
Palacio de Gobierno, sus filas estaban repletas de ex militantes de otros
partidos políticos y, siempre, fue comparsa del Partido Revolucionario
Institucional (PRI). Nació pues, para
dividir votos. Las alas que iba a darle a Veracruz se las cortaron de tajo este
lunes.
Y la historia del Cardenista es de todos conocida en Veracruz: después de
tantos amagues de su líder de asfixiar a la capital del estado con sus miles de
simpatizantes, los jubilados, pensionados, diabéticos y madres solteras que ni
siquiera votaron por él, fue que le concedieron el registro en el 2012. La vida
digna para los veracruzanos que prometía nada más le alcanzó a su líder.
Claro, muchos otros
partidos políticos estatales se han quedado en la camino como el Partido
Revolucionario Veracruzano (PRV), del político-poeta, Alfredo Laborde Cruz, el
cual inició como Asociación Política Estatal, denominada Cambio 2000. El gas que tuvo
sólo le alcanzó para sumarse a la comparsa partidista de abanderar a Javier
Duarte a la gubernatura veracruzana y de ahí, se desinfló. Otros han soñado con serlo pero no les han
alcanzado las firmas como Fuerza Ciudadana, de Alejandro Dorantes Ortega.
Eso sí, no canten victoria con el ahorro
de los más de 30 millones de pesos que anualmente les tocaban, pues ya hay una
fila larga de otros que quieren ser partidos políticos estatales: un negocio en
expansión.
@YamiriRodríguez
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