Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Cuando no se tiene ni para frijoles, no se
puede pensar en filetes, por eso hoy hablar de la urgente necesidad de ampliar
el Puerto de Veracruz puede resultar para muchos superficial, sobre todo si no
se pagan, primero, nóminas, prestaciones y demás deudas a proveedores y
ayuntamientos.
¡Imagínese usted que hace 134 años, el
gobierno de Don Porfirio Díaz, pagó 30 millones de pesos oro, al iniciar la
construcción del Puerto y hoy, en lugar de modernizarlo se llevaron todo!
Aún con lo negro de nuestro cielo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
(SCT), a través de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, afirma
que se invertirán 30 mil millones de pesos, de los cuales 80 por ciento, serán
capital privado, es decir, producto de las Asociaciones Público-Privadas. Que no pidan recurso ni al estado ni al
municipio pues, de lo contario, esperaremos otro siglo para poder llevar a cabo
su modernización.
Y es que en el hipotético caso de que se
efectuara, pasaremos de movilizar 260 millones de toneladas a más de 520 antes
del 2019, es decir, seremos un maxi puerto superior a Manzanillo, en Colima y a
Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
Pero para convertir al Puerto de Veracruz
en un centro logístico de talla mundial, se requieren, según los datos
oficiales, de 72 mil millones de pesos, lo que
significa que cada mes de este sexenio se están invirtiendo mil millones de
pesos, en promedio.
Éste es un compromiso presidencial que, a
menos de 2 años de administración se ve difícil de alcanzar por lo que, una vez
más, los veracruzanos nos quedaremos esperando a que se dé la ampliación
portuaria. ¡Ni hablar!
@YamiriRodríguez
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