Por Yamiri Rodríguez Madrid
Este jueves, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, realizó su primera gira a Veracruz en la administración yunista; lo hizo para inaugurar el nuevo Puerto de Tuxpan y su Distribuidor Vial.
Por eso, desde hace dos semanas, la Federación metió una pauta fuerte a radio y televisión, hablando del empleo que detonará esta nueva terminal portuaria, además de una mejor oferta de servicios, pues con la ampliación en cuatro veces la capacidad del Puerto de Veracruz se alcanzará y superará la meta de 500 millones de toneladas de capacidad en los puertos del país.
La intención, dijo el Presidente, es hacer de este punto del norte veracruzano un nodo logístico en la zona del Golfo del país, que requirió una inversión del orden de 12 mil MDP, principalmente del sector privado, a través de las asociaciones público-privado, de las que hoy mucho se echa mano.
Entre las proyecciones presentadas por Peña está el contribuir directamente a hacer de México un puente que une al continente, pero también, con Asia y Europa, y el abastecer a la Ciudad de México y a los centros de consumo y de producción del centro del país.
Otro de los anuncios importantes hechos ayer es que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la empresa operadora SSA de México, evaluarán la construcción de infraestructura portuaria para la recepción de buques petrolíferos (gasolinas y diésel). Pero además, se habrá de duplicar la capacidad operativa del Sistema Portuario Nacional (de 260 a 500 millones de toneladas anuales).
Todo suena alentador, hasta que veamos en qué termina la discusión con Estados Unidos por la renegociación del Tratado Libre de Comercio (TLC).
@YamiriRodríguez
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