Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Veracruz es uno de los estados más ricos
del país en recursos naturales, por lo que resulta atractivo para las empresas
mineras.
En Pánuco, por ejemplo, está asentado el
grupo Autlan. De acuerdo con la información de la propia
empresa, en este punto del norte veracruzano se produce una variedad de
ferroaleaciones de manganeso, entre ellas, el ferromanganeso medio carbón desde
1980 mediante la refinación del ferromanganeso alto carbón también fabricado
internamente, con una tecnología optimizada por el propio personal de la planta
Tamós. Además, dicha planta fabrica
ferromanganeso bajo carbono y silicomanganeso.
Gallo de Oro se ubica en Chiconquiaco y
Juchique de Ferrer; La Cañada, en Tenochtitlán y La Aurora en Chiconquiaco,
Yecuatla y Juchique de Ferrer.
Hay 73 canteras activas en Ixtaczoquitlán,
en Jáltipan, Coatzacoalcos, San Juan Evangelista, Acayucan, Sayula, Tatatila,
Acajete y Alvarado, aunque en Huayacocotla están asentadas 61 de estas.
Llama la atención el caso de este
municipio pues, a pesar del número de canteras y que mineras siguen estudiando
el terreno para extraer más recursos de su tierra, es uno de los que mayor
pobreza concentra en el estado, por lo que la actividad minera en nada ha
redundado en beneficio de su población.
En Alto Lucero y Actopan, hay 21
concesiones mineras para proyectos de exploración de oro, plata y cobre, siendo
el caso más polémico el de la minera Caballo Blanco, de Gold Groupmining INC, pues grupos ambientalistas y habitantes se
oponen pues para extraer el oro es necesaria la utilización de cianuro, un
potente veneno.
Y eso por citarles unos cuantos ejemplos
de todos los recursos que se explotan en Veracruz pues la lista es extensa.
Un estudio del
Servicio Geológico Mexicano, realizado de manera conjunta con la Secretaría de
Economía, en Veracruz había 90 concesiones tituladas en el 2012,
incrementándose a 104 en el 2013, y se mantiene hasta diciembre de 2014, a
diciembre de 2015, disminuyó el número de títulos, pero se incrementó la
superficie denunciada, manteniéndose así a enero de 2016.
De ahí que ahora que las nuevas
autoridades tienen casi dos meses en el encargo, ya hay quienes han alzado la
voz pues las mineras, lejos de traer progreso y bienestar a las comunidades,
las dejan contaminadas, más pobres, hundidas en un círculo vicioso. Veamos cuántos alcaldes más se suman al
reclamo social.
@YamiriRodriguez
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