Por Yamiri Rodríguez Madrid
En menos de una
semana, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Veracruz ha tenido dos
bajas importantes: la de Margarita Guillaumin Romero y la de Agustín Mantilla
Trolle.
Margarita
falleció el pasado domingo. Fue un ícono
de la izquierda en el estado, una mujer aguerrida, que siempre estuvo presente
en la vida interna del Sol Azteca, hasta que el partido dio un viraje y se
convirtió en un alebrije ideológico que es todo, menos izquierda.
Por eso, en los
últimos años, ya no se le vio a la ex diputada local. Se apartó y tampoco la
tomaron en cuenta, tan es así que ni siquiera la dirigencia estatal le hizo un
homenaje póstumo.
Agustín Mantilla
renunció este martes. En la pasada administración estatal tuvo un cargo menor
en la Secretaría de Gobierno, a pesar de ser otra de las grandes figuras del
perredismo. Militó durante casi tres décadas y aunque algunos afirman que se va
porque acompañará a su amigo Elías Miguel Moreno Brizuela en la conformación de
un nuevo partido político estatal, lo cierto es que no lo hubiese hecho si el
PRD no les hubiese dado un palmo en la nariz a los verdaderos militantes de
izquierda.
Se fue no
molesto con el partido como institución, pues reconoce que el PRD tiene los
mejores estatutos y declaración de principios que pueda tener cualquier partido
de izquierda, sino con quienes han obrado mal, que son precisamente quienes se han
apropiado del partido y solo se rolan entre ellos las candidaturas, las posiciones.
Como el oriundo
de los Tuxtlas vendrán muchos otros militantes que se van hartos de la opacidad
con que se maneja al partido; enojados de haber convertido lo que antes fuera
una fuerza opositora en un cheque al blanco al mejor portador, pues muchas “figuras”
jalaron públicamente, a conveniencia, con los priistas Fidel Herrera Beltrán y
Javier Duarte de Ochoa, con el panista Miguel Ángel Yunes Linares y, ahora, con
el morenista Cuitláhuac García Jiménez, sin sanción alguna de por medios.
Así, los
reductos del PRD veracruzano terminaron siendo, tristemente, un comodín de la
política. Que el último cierre la puerta al salir.
@YamiriRodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario