Manuel Huerta
Ladrón de Guevara, el súper delegado federal en Veracruz, ha tenido semanas
intensas. No me refiero en lo que hace
al trabajo, sino a la tunda que se ha llevado: desde el regaño presidencial por
no tener los censos sociales completados a tiempo, el desaire de no querer
bajarle la ventanilla de la camioneta para hablar con él, hasta el torpedeo
interno por supuestamente oponerse al juicio político contra el fiscal, a
través de los diputados locales de su grupo.
Ahora se ventila
el tema de su súper sueldo. Después de que la Secretaría de la Función Pública (SFP)
diera a conocer, la semana pasada, que gana 20 por ciento más que el propio
Andrés Manuel López Obrador; remuneración obviamente muy por encima del resto
de los delegados, las alertas se han encendido no solo en Veracruz, sino en
Palacio Nacional.
En la liga
pública http://servidorespublicos.gob.mx/consultasp.html?dI=WHMJGHHH%3AGPGIJPGH
da detalle que gana 131 mil 59 pesos por el cargo público que medio devenga,
más que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y con muchas menos presiones y
responsabilidades.
Y aunque se dio
la instrucción presidencial de abrir completamente sus declaraciones
patrimonial, fiscal y de intereses, el documento señala que el delegado
veracruzano no proporcionó información ni de bienes muebles ni inmuebles a su
nombre, ni vehículos, ni inversiones ni adeudos. Es decir, o este hombre de
izquierda no posee absolutamente nada o simplemente no quiere dar a conocer su
patrimonio, por aquello de la inseguridad que prevalece en el estado.
El sueldo
contrasta con el concepto de austeridad franciscana y republicana que habían
prometido en campaña, sobre todo cuando aún se les sigue pagando a los 77
delegados que operaban desde el sexenio peñista en la entidad. Aunque se les haya dado la instrucción de ya
no publicar en sus redes sociales y no salir en medios, siguen apareciendo en
la estructura gubernamental y cobrando un sueldo, por lo que Huerta es
únicamente como un coordinador de todos ellos, si así se le puede asemejar.
Y aunque tendrá
que bajarse el sueldo, con lo que gana más le vale ponerse las pilas pues
Veracruz no es precisamente un ejemplo de trabajo para el resto de los súper
delegados. La fila para suplirlo, dicen, ya es bastante larga. En vía de
mientras, con ese sueldazo, ya acumuló una raya más al tigre.
@YamiriRodriguez
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