Por Yamiri Rodríguez Madrid
Al que tundieron,
otra vez, la semana pasada, fue al super delegado federal y hoy gurú espiritual
de Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, pues al más estilo venezolano,
justificó la ausencia del gobernador Cuitláhuac García Jiménez de algunas de
las reuniones de la estrategia de pacificación, diciendo que, aunque no estaba
físicamente, sí lo hacía en espíritu.
A los
cibernautas, tal comentario, les recordó lo dicho por Nicolás Maduro, a quien
su antecesor, Hugo Chávez, le había hablado a través de un pajarito, y no
precisamente el de Twitter, pues ya estaba desde hacía tiempo, en otro plano
astral.
Lo cierto es
que, aunque la rechifla se la llevó en las redes sociales, luego de la
entrevista radiofónica, al ex dirigente estatal de Morena no se le escapó
furtivamente tal aseveración; por el contrario, es una muestra más del
distanciamiento que existe entre ambos personajes.
Usar un tono
jocoso para evidenciar la ausencia del otro, no oculta del todo el comentario
cargado de ironía, disfrazado de bobería.
Esta división
interna a los únicos que perjudica es a los veracruzanos pues, aunque sonrían a
la cámara en un abrazo fraterno, por debajo de la mesa siguen las patadas directas
a las espinillas.
Después del
regaño presidencial en Córdoba, Huerta Ladrón de Guevara se medio puso las
pilas, pues se vio un poco más de orden en el levantamiento de los famosos
censos de bienestar, pero eso no lo eximió de que Veracruz siga siendo uno de
los estados más rezagados en su elaboración.
El plazo vence
este jueves 28 de febrero, por lo que los días que le restan al segundo mes del
año serán mucho más intensos para la Secretaría de Bienestar y su delegado;
ojalá que cumpla el objetivo pues, de lo contrario, aunque le rece al espíritu
santo, al de Chávez o al de Karl Marx, Manuel Huerta será blanco del famoso
fuego amigo, ese que se practica en cada partido político por más nuevo que
sea.
@YamiriRodríguez
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