martes, 31 de marzo de 2020
Por la Fiscalía veracruzana
Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Tras la
destitución definitiva de Jorge Winckler Ortiz de la Fiscalía veracruzana,
vendrá ahora una nueva etapa para nombrar a su nuevo titular pues Verónica
Hernández Giadáns ha sido la encargada de despacho durante más de medio año de
esta dependencia.
La lista de
aspirantes es larga, pero la notario público lleva ventaja, al tener ya camino
recorrido, además de que desde hace meses dijo que estaba interesada en
permanecer en ese cargo, por lo que seguramente encabezará la lista de abogados
que se entrevistarán en próximo con las y los diputados locales.
A nivel
nacional, son pocas, muy pocas las mujeres que se desempeñan como fiscales:
Ernestina Godoy Ramos, en la Ciudad de México; Ruth Medina Alemán en Durango;
Claudia Indira Contreras Córdoba, en Sonora y Hernández Giadáns, como encargada
de despacho en nuestro estado.
Aunque su
llegada fue polémica, en medio del jaloneo físico con los diputados, en todos estos
meses se avocó a hacer una revisión área por área de lo que funcionaba y lo que
no; a priorizar pendientes a atender y a intentar desahogar el rezago de
expedientes que durante años ha colmado a la Fiscalía. Asimismo, en este breve
tiempo se ha abierto convocatorias para ingresar a las filas de la FGE, con
sueldos mucho más decorosos que los de antaño.
Es cierto que
hay muchos retos por resolver, como la urgente inversión en los forenses a lo
largo y ancho del estado, en mayor capacitación del personal y, sobre todo, en
que se haga justicia en cada uno de los expedientes que hay en algún escritorio
o bodega empolvándose.
En seis meses es
imposible hacerlo, pero si es ella o quien llegue esperemos que ahora sí puedan
trazar y cumplir una ruta de 9 años con la que se cumplan objetivos en un área
tan delicada, para cualquier administración, de cualquier color o ideología.
Empezará ahora
un nuevo jaloneo…
@YamiriRodríguez
lunes, 30 de marzo de 2020
¿Y el Sistema Estatal Anticorrupción?
Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Imagine que
compra un doberman para custodiar su casa, para espantar y ahuyentar a los
malhechores. Pero ese perro está
chimuelo y, encima, es sacatón. Así está el Sistema Estatal Anticorrupción en
Veracruz.
Si bien su
supuesta función es “proporcionar herramientas y apoyos técnicos al Comité
Coordinador para la articulación y consolidación de políticas públicas y
procedimientos en materia de combate a la corrupción”, el sistema ha sido más
conocido por sus constantes escándalos, que por su trabajo.
Ni la Secretaría
Ejecutiva, ni el Comité de Participación Ciudadana dan visos de que puedan
contribuir a poner un freno al sello que tenemos desde hace ya varios años a
nivel nacional. Pareciera que sus integrantes se sacaron una muy buena beca
pues, aunque cobran puntual y completo hasta 60 mil pesos nominales
mensualmente, difícil es que se les pueda ver en su oficina trabajar, salvo
Emilio Cárdenas Escobosa que es el único que va.
Temas han tenido
muchos en los cuáles trabajar, como los presuntos escándalos de nepotismo en
los tiempos de Morena, la supuesta corrupción en el DIF estatal, la inoperancia
de la Contraloría, por citarles unos cuántos ejemplos que parece las y los
comisionados no han notado. También, a diferencia de otros organismos
descentralizados, presupuesto han tenido, y mucho para trabajar, pero nada más
les ha alcanzado para un puñado de actividades a lo largo del año, enfocadas más
a la equidad de género, que al combate a la corrupción.
Si visita usted
su página de Internet podrá notar cuánto y en qué han trabajado. Otra área de
ornato que nos cuesta mucho a los veracruzanos, para los nulos resultados que
han entregado. Si permanece, la reconvierten o la desaparecen, los veracruzanos
no notarían la diferencia. Ni la burlan perdonan con el nombre.
@YamiriRodríguez
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