Por Yamiri Rodríguez Madrid
Cuán descuidada
y por años, ha estado la cultura en Veracruz. Desafortunadamente, prácticamente
ninguna administración estatal le ha querido invertir y hoy, en tiempos de la
pandemia por el Coronavirus, nos damos cuenta de cuán atrás nos hemos quedado en
comparación con el resto de los estados.
Por ejemplo,
Querétaro, Guanajuato y otras entidades invirtieron en la digitalización de su
acervo, en infraestructura, como en los grandes museos europeos que hoy les
permiten a los usuarios hacer recorridos por sus recintos culturales, desde su
teléfono celular o su computadora. Aquí eso no se ha hecho.
Por el
contrario, muchos de los inmuebles están en la ruina, descuidados, como la
propia sede del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC). Si bien es cierto
que no pueden hacerle absolutamente nada sin la autorización del Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH), y que una “manita de gato”
significa por lo menos un par de millones, también es el colmo que luzca así un
edificio con tanta antigüedad.
El Festival
Internacional Afrocaribeño, el cual, junto con la Cumbre Tajín, daban renombre
en el medio cultural a Veracruz, además de ser una expresión fiel a nuestra
tercera raíz, cada vez está más desangelado.
Atrás quedaron esas ediciones donde figuras de la talla de Omara
Portuondo lo engalanaban.
A los talleres
que se ofrecen en las escasas y olvidadas casas de la cultura les falta
creatividad. En Coatepec, por ejemplo, ese recinto prácticamente todo el año
está solo, con escasas visitas. Dos o tres talleres con mediana asistencia: el
de grabado y el de baile. El segundo
piso de la majestuosa casa que, por cierto, por ningún lugar se puede leer su
historia, desperdiciado. Nunca hay una
exposición ahí lo que hace que la gente ya ni vaya.
De acuerdo con el
Sistema de Información Cultural, del gobierno federal, en nuestro estado hay 165
casas y centros culturales. Pero la mayoría de estos, en el abandono y sin
visitantes. Ni el estado ni los municipios le quieren invertir porque no
representan tantos votos en las elecciones como repartir entre líderes de
colonias.
¿Por qué,
teniendo tanta historia y cultura en este estado, no se dan más talleres de
danzón, de laudería, de jarana, de son jarocho? Un pueblo sin cultura está
condenado a la mediocridad. Ojalá se invierta más en este rubro y, la gente, se
interese.
@YamiriRodriguez
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