jueves, 20 de octubre de 2022

Intoxicación en escuelas, el terror de los padres de familia

 

Yamiri Rodríguez Madrid

Primero fue en Chiapas; ahora, en Veracruz. Más de un centenar de estudiantes de nivel secundaria han resultado intoxicados sin que se tenga certeza de qué fue lo que los afectó, lo que ha generado terror entre madres y padres de familia.

Los primeros dos incidentes, que pasaron casi desapercibidos, se dieron en una secundaria de Tapachula, en el vecino estado de Chiapas; luego vino el centenar de niños intoxicados en otro municipio chiapaneco, en Bochil; otro más en Tapachula y, el cuarto, registrado esta semana, en Álamo, Veracruz, con 36 menores intoxicados.

Algunos padres de familia en Chiapas alegan que, en exámenes que les hicieron de manera particular, encontraron rastros de droga, pero las autoridades de ese estado lo niegan. Aquí en Veracruz se afirmó que fue una especie nube tóxica la que les pegó a los jóvenes durante el acto cívico. Ahora lo que se investiga es si fue provocado o no. ¿Coincidencia o no que haya tantos estudiantes de secundaria intoxicados en puntos que nada tienen que ver unos con otros? Mientras se define si son peras o son manzanas, la especulación sigue corriendo.

Pero éste, desafortunadamente, no es el único problema al que nos enfrentamos. Esta semana también se informó que en el Cetis 146 de Río Blanco, en la zona centro de la entidad, un estudiante amenazó, vía redes sociales, con matar a sus compañeros, tal y como sucede muy frecuentemente en centro escolares del vecino país del norte.  Así, lo que antes nos parecían episodios muy remotos, hoy los tenemos ya aquí en nuestra tierra.  

Hay padres de familia que se oponen a los operativos mochila en las escuelas, pues son considerados violatorios de los Derechos Humanos, pero tampoco en casa revisan lo que sus hijos llevan a la escuela. Puede ser desde un “inofensivo” cigarro o vapeador, hasta una navaja, alcohol, droga o una pistola. Se hacen daño y pueden dañar a otros.

A las autoridades les toca, sí, hacer una buena parte de prevención y vigilancia en las escuelas, pero la de mayor peso nos toca en casa, vigilando la conducta de nuestros hijos y sus acciones, corrigiéndolas y hablando con ellos, pues estamos entrando en un camino muy sinuoso y complicado. Aún estamos a tiempo.

@YamiriRodriguez

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