Yamiri Rodríguez Madrid
Este jueves, mientras el INEGI presentaba
los resultados de su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, en una casa
de la Reserva Vergara Tarimoya 4 del Puerto de Veracruz, lloraban a Joel Carrera,
un jovencito de solo 16 años que fue asesinado a puñaladas luego de salir de la
escuela; por un celular le quitaron la vida.
Esas cifras oficiales señalan que la
percepción de la inseguridad ha bajado tanto en Coatzacoalcos como en Xalapa y
en el propio puerto, pero con hechos como este, ¿eso puede ser posible? Si comparamos diciembre 2021 con diciembre 2022,
como lo hizo INEGI, en Coatza pasaron de 85.6 a 78.7, la reducción más
significativa de las tres ciudades medidas.
Xalapa redujo de 58.8 a 55.7 y el Puerto de Veracruz, gobernado por el PAN,
de 62.9 a 58.8.
Pero insisto, una cosa son las cifras y
otra lo que la gente padece. El asesinato de este jovencito provocó movilizaciones,
tanto en Xalapa como en Veracruz, para exigir justicia, para que no quede en la
impunidad, como ha pasado con muchos otros más.
A esto sumemos que, conforme al
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Veracruz
registró durante todo el año pasado 86 mil 155 delitos, de los cuales 854 fueron
homicidios dolosos, 68 feminicidios; 35 secuestros; y 20 mil 279 robos, muchos
de estos con violencia.
Hemos llegado a un nivel de violencia en
Veracruz en el que todos estamos expuestos, sin importar género, edad o
condición; un punto en donde para un delincuente un celular, que seguramente
malbaratará o llevará a un empeño, vale más que una vida.
Así, las y los veracruzanos vivimos en un constante
terror, pues hasta el ir a la escuela es hoy ya una situación de riesgo en este
estado. Descanse en paz Joel.
@YamiriRodriguez
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