Yamiri Rodríguez Madrid
Enero ha sido un mes negro para la
reputación y los habitantes del municipio de Poza Rica. En el inicio de año se
dio ese fatídico ataque armado a varios bares y cantinas de esa ciudad
petrolera que dejó como saldo 10 muertos, pero ahora, fue otro más contra las
oficinas de la Delegación de Transporte Estatal región VII. De acuerdo con las
crónicas, el incidente se suscitó este sábado 28 de enero, a plena luz del día,
a las 12 horas, sobre una de las arterias más transitadas, Petromex.
Como cada vez que sucede un hecho así, la
Secretaría de Seguridad Pública -a la que depende la oficina atacada-, solo
informó que las Fuerzas de Seguridad mantenían el Código Rojo, tras la agresión
con arma de fuego a dos elementos adscritos a la Delegación Poza Rica de la
Dirección General de Transporte del Estado, por lo que se había implementado un
operativo de búsqueda y localización de los agresores. Lo curioso es que tras
los hechos del 1 de enero ya había, supuestamente, un operativo permanente de
vigilancia.
¿Es coincidencia de que dos hechos de esta
magnitud se registren en un solo mes en esta ciudad del norte veracruzano? Difícilmente,
por eso los ciudadanos están sumamente preocupados de que, otra vez, regresen
los días violentos. Hace casi 15 años se vivió la que, hasta ahora, ha sido la
peor racha de violencia para el municipio.
El boulevard 20 de noviembre era una de las zonas más peligrosas por las
constantes balaceras, lo que provocó que decenas de negocios bajaran la cortina
por miedo a ser blanco de la delincuencia.
Les tomó muchos años volver a recuperar la
tranquilidad y la actividad económica, la vida nocturna; de ahí que la zozobra otra
vez los invada pues ven en este par de hechos un dejavú. Ojalá se pongan las pilas las autoridades
de los tres órdenes de gobierno para evitar que la inseguridad se vuelva a
apoderar de Poza Rica. Sería una lástima que cayera en ese hoyo, profundo y
negro, por segunda vez.
@YamiriRodriguez
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