Yamiri Rodríguez Madrid
Si bien la intención no
es, directamente, burlarse de las y los veracruzanos, la pauta que trae el
gobierno morenista de Cuitláhuac García Jiménez con su campaña Veracruz es más
seguro, en diversas estaciones de radio, es la muestra de cuan desconectada
está su comunicación de la realidad en que vivimos los más de 8 millones de
habitantes.
Es más que evidente que
no miden el humor social antes de lanzar su propaganda; mucho menos la someten
a focus group y otras mediciones que les ayudaría a tantearle el agua a los
camotes. De ahí que a mucha gente le cause risa y, a otros, hasta enojo, el
hecho de que nos quieran hacer creer que estamos mejor en términos de
seguridad, cuando el año arrancó con el ataque armado a bares en Poza Rica y
tres feminicidios y el anterior cerró con el asesinato de un presidente
municipal y un tesorero.
Se empecinan en situar a
la entidad como una de las diez más seguras del país, pese a que el 1 de enero,
Poza Rica y Ciudad Juárez, Chihuahua, dieron la nota roja nacional e
internacional con su violencia desmedida. Pierden de vista también que los
temas de seguridad son los más difíciles de comunicar; son en los que hay que
ser extremadamente precavidos antes de echar las campanas al vuelo, pues un
imprevisto puede empañar todo. Y aquí en Veracruz, se olvidaron de ambas cosas.
Si tan bien estuviéramos,
seríamos un referente nacional, como lo es Yucatán, donde no tienen que cacaraquear
tanto que son seguros, porque la misma gente lo siente, lo dice y lo comparte. La
gente le cree a la gente; el halago en boca propia es vituperio. La constante
llegada de inversiones y los desarrollos inmobiliarios que proliferan son una
muestra de cuánta gente quiere migrar hacia esa tierra porque ahí sí se sienten
tranquilos.
Hay que ser más cautos en
qué y cómo se comunica pues, de lo contrario, hacen ver a esta administración
con la brújula apuntando hacia otro lado y hasta insensible.
@YamiriRodriguez
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