Yamiri Rodríguez Madrid
Si el nuevo dirigente estatal
del Movimiento Ciudadano (MC), Luis Carbonell de la Hoz, no se pone las pilas pronto,
corre el riesgo de pasar como el más gris que ha tenido el partido político….y
sus compañeros de partido lo saben.
Este lunes, en el puerto
de Veracruz, el excandidato al Senado, Dante Alfonso Delgado, junto con el ex
dirigente, Sergio Gil Rullán, se reunieron en conocido café para invitar al
exdiputado local priista, Raúl Zarrabal Ferat a las filas del partido
naranja. Carbonell fue el gran
ausente. ¿Qué otra cosa de suma importancia
tendría que atender si su chamba en este momento es estar en el fichaje de las y
los que serán sus cartas en el 2025?
Poco se escucha ahora del
quehacer de MC. Gil Rullán estaba mucho
más fogeado en los medios; se sentía cómodo polemizando con sus declaraciones;
era mucho más protagónico. El nuevo
líder es todo lo contrario. El PAN, por
ejemplo, da conferencia todos los lunes; la dirigencia del PT, los martes; su
homólogo priista acostumbra a ir a sentarse a un café del centro donde sabe
caerán los reporteros, además de por lo menos dos comunicados semanales. Hasta Esteban Ramírez Zepeta sale más seguido
que Luis Carbonell.
Pero más allá del tema
mediático, tiene el enorme desafío de que en las próximas elecciones Movimiento
Ciudadano sea competitivo. Es cierto
que está en riesgo de desbarrancar al PRI, aunque eso no es mérito por estar en
el peor momento. La brecha de votos del Movimiento Ciudadanos con Morena es
abismal; su brecha de militantes con el partido en el poder, también lo es.
Por eso urge que el líder
del Movimiento Ciudadano despabile, de lo contrario, los primeros en hacer
canibalismo con él serán sus correligionarios.
Afuera corre el riesgo de caer abruptamente y Veracruz es la cuna del
partido, es donde su líder moral, Dante Delgado Rannauro lo concibió. Tremendo reto tiene ante sí.
@YamiriRodriguez
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