Yamiri Rodríguez Madrid
Que ahora sí va la buena: ya
no se podrá vender chatarra en las cooperativas de las escuelas. Este es el
tercer intento, al menos en nuestro estado.
En mayo de 2006 el Congreso
Local reformó el artículo 13 de la Ley de Educación, mediante la cual las
escuelas de Veracruz ya no podían vender comida chatarra. Dicha
iniciativa fue presentada por el entonces diputado local perredista Uriel
Flores Aguayo, quien expuso que la obesidad se había convertido en un delicado
problema de salud pública que afectaba especialmente a los escolares que
consumían en sus planteles productos con baja calidad nutricional. Sin
embargo, con el paso de los años esto quedó de lado.
Fue hasta agosto de 2020,
cuando la entonces diputada local Magaly Armenta Oliveros, presentó una
iniciativa con Proyecto de
Decreto que reformaría diversas disposiciones a la Ley de Salud del Estado de
Veracruz. Su propuesta iba encaminada a la implementación de un
programa para prevenir y combatir la obesidad y el sobrepeso en niñas, niños y
adolescentes.
Incluso, en 2019, la Secretaría de
Educación de Veracruz (SEV) dio a conocer que el 50 por ciento de la población
de Educación Básica, es decir de 6 a 14 años, tenían un problema alimentario
que se reflejaba en el rendimiento escolar, problemas visuales y hasta en su
postura. Por lo anterior, en 200 escuelas primarias iniciaría la
grabación de un programa que se transmitiría en Radio Televisión de Veracruz
(RTV) para incentivar a las niñas y niños a comer de manera saludable y así
prevenir la obesidad infantil en Veracruz. ¿Qué pasó? Nada de nada.
Lo cierto es que la obesidad
infantil es un problema significativo en México. A nivel nacional, la
prevalencia reciente de obesidad en niños de 5 a 11 años es de alrededor del 18%
(casi 1 de cada 5 niños) según la ENSANUT 2020-22. En Veracruz, la última
cifra disponible proviene de ENSANUT 2018, donde se reportó aproximadamente 17.5%
de obesidad en este grupo de edad, pero no se han publicado datos estatales
más recientes de obesidad infantil para Veracruz hasta 2024.
Pero la responsabilidad de
estas cifras no recae en las autoridades, sino en cada hogar; refrescos en
biberones; sopas Maruchan en lugar de un caldo de pollo; pizzas, galletas y
papitas en lugar de frutas y verduras.
Para muchas madres y padres en más fácil pasar por un pastelillo y una
leche saborizada para el desayuno de un menor en pleno crecimiento, que
levantarse 20 minutos antes a prepararles algo saludable. Si de niños no aprendemos buenos hábitos
alimenticios, difícilmente de adultos se podrán cambiar.
Que se prohíba la venta de
comida chatarra en las escuelas, desafortunadamente, no frenará la obesidad y
sobrepeso en niños, pero de algo ayudará.
@YamiriRodriguez
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