Yamiri Rodríguez Madrid
Sin importar
los colores partidistas, siempre nos dejan a las y los veracruzanos de herencia
obras caras, muy caras, y mal hechas y sino que le pregunten a los xalapeños
cómo nos fue en los días de caos por el riesgo estructural en el Puente de Las
Trancas.
Esta obra,
junto con el puente de Plaza Urban, fue de las más polémicas en la
administración del morenista Cuitláhuac García Jiménez, tanto por el crimen
ambiental de haber talado árboles con muchos años de antigüedad, como por la
ejecución de los puentes: sin necesidad de ser ingenieros civiles, se notaba a
leguas lo mal hechos que están; a casi dos años de su inauguración, lo
comprobamos.
El jueves
pasado, a media mañana, se formaron filas enormes con dirección al Puerto de
Veracruz porque se estaban haciendo trabajaos en el llamado Puente del Camello
-por aquello de las jorobas para subir y bajar-; coincidió con el arranque de
las ventas de El Buen Fin y toda la gente que quería llegar a Plaza Ánimas y
Plaza Américas y, por supuesto, con el enorme puente vacacional que justo
inició también ese día. Ya se imaginará cómo estaba la ciudad.
En las redes
sociales circularon testimonios de personas que hicieron hasta dos horas de
trayecto de Finanzas a Las Trancas, algo realmente inconcebible y caótico para
una ciudad tan pequeña como la capital veracruzana. Pero el por qué las
autoridades decidieron intervenir el Puente del Camello en un día tan
complicado, tenía razón de ser: fracturas estructurales.
El 25 de abril
de 2023, en una conferencia de prensa donde estaban el entonces Gobernador, el
titular de la SIOP, Elio Hernández Gutiérrez y el entonces presidente municipal
de Xalapa, Ricardo Ahued, se anunció que dicha obra “tendría seis carriles más
dos de acotamiento y “solucionaría definitivamente el tráfico en la zona”;
igualmente, habría dos retornos sin semáforo y se eliminaría el último que está
en la salida a Veracruz, donde daban vuelta en U los que vienen de la Central
de Abastos. Junto con el puente de Plaza Urban, fueron 170 millones de pesos
los que nos costaron y habrá que ver ese cómo está.
Pero ojo, no
pierda de vista que en un inicio el entonces subsecretario de Infraestructura
de la SIOP, Fernando Elías Guevara, dijo que el puente de Las Trancas costaría
140 millones de pesos, luego salieron que el presupuesto era de 75 millones de
pesos y el empresario que ganó la licitación, Juan Noé Suastegui Mora, cobró 64 millones 600 mil pesos. ¿Será la razón de las fracturas?
Por eso, las y
los diputados locales deberían trabajar en que titulares de algunas áreas de
gobierno, como Finanzas y Obras, pudieran ser citados a comparecer ante el
Pleno del Congreso Local, hasta 5 años después de haber terminado su encargo. Elio Hernández y la constructora que eligió
nos dejaron no solo una porquería, sino un riesgo latente con ese puente, pero
como él ya se fue hace un año, no tiene que dar explicaciones. Ahí les dejó la papa caliente.
Lo peor es que
no es el primero: hay muchos ejemplos, como los puentes que no llevaban a
ningún lado durante el fidelato; el mortal boulevard Xalapa-Coatepec durante el
bienio de Yunes y muchas otras más que pagamos muy caro y resultaron ser una
porquería.
@YamiriRodriguez
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