jueves, 26 de julio de 2012
Veracruz, el analfabetismo y la participación social
Por Yamiri Rodríguez Madrid
Los números fríos en el estado de Veracruz nos dicen que en la actualidad existen aproximadamente 619 mil veracruzanos que no saben leer ni escribir, es decir, cerca del 10 por ciento de la población total. Para que usted pueda dimensionar el problema educacional, imagine que toda la población de la capital del estado se encuentra en esta condición.
Incluso, el INEGI revela que de cada 100 personas de 15 años y más en la entidad, 10.6 no tienen ningún grado de escolaridad; 57.9 tienen sólo la educación básica terminada, 0.3 cuenta con una carrera técnica o comercial con primaria terminada; 17 finalizaron la educación media superior y sólo 13.8 concluyeron la educación superior.
Por lo anterior, En Veracruz 11 de cada 100 personas de 15 años y más, no saben leer ni escribir, mientras que a nivel nacional se presenta en 7 de cada 100.
Si bien, el Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA), reconoce que una de las áreas de mayor rezago es sin duda alguna Huayacocotla, en donde 80 por ciento de los habitantes se encuentran en esta condición, en áreas urbanas el problema también es grave: ahí está el caso de San Andrés Tuxtla, Coatepec, Orizaba y Minatitlan.
Pero ¿qué falla? En los últimos años se han desarrollado una serie de políticas pública que coadyuven al izamiento de banderas blancas, es decir, comunidades libres de analfabetismo.
Un ejemplo de lo anterior son diversas acciones implementadas en la presente administración mediante la cual se le paga una beca mensual de 650 pesos, durante 10 meses, a madres solteras a fin de que continúen sus estudios. A derechohabientes en rezago educativo, en acuerdo con el Infonavit, se les descuenta una mensualidad de su crédito por cada certificado de estudios presentado.
Pero además, en bachilleratos se ha invitado a los alumnos a emprender una gran cruzada, buscando entre sus familiares o en el vecindario, a quienes necesiten alfabetizarse o terminar sus estudios.
De manera permanente, el IVEA recibe a las personas que deseen estudiar, dándoles incluso de manera gratuita el material. En las cárceles, el programa resulta igualmente exitoso, siendo a veces los propios internos, asesores solidarios.
Pero además, de manera también gratuita, se hacen exámenes de certificación para quienes por ejemplo no pudieron culminar su primaria pero la escuela de la vida les dio hasta el bachillerato: haciendo la prueba pueden obtener su certificado escolar.
¿Y los presidentes municipales? Desafortunadamente, de las 212 autoridades municipales, sólo un puñado ha apoyado esta importante tarea de abatir el rezago educativo…al resto, ni siquiera le preocupa el tema.
Sin duda alguna, el poder poner fin a este problema social de Veracruz implica la participación social, así que si usted es o conoce a alguien en rezago educativo, mándelo derechito al IVEA que a final de cuentas de lo que se trata es de crear círculos virtuosos en nuestra sociedad.
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