Por Yamiri Rodríguez Madrid
Este viernes, en Altamira, Tamaulipas, inició, muy retrasada, la construcción del Gasoducto Submarino “Sur de Texas-Tuxpan”. Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía en el país, afirmó que con esta obra se podrá transportar hasta 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios, lo que representa 40% de la demanda nacional en 2016, y que con esta se favorecerá la economía local y el desarrollo industrial.
El gasoducto tendrá una longitud aproximada de 800 kilómetros (km) y 42 pulgadas de diámetro. El tiempo estimado para la ejecución del proyecto es de 30 meses y la inversión superior a los 3 mil 100 millones de dólares. Esto data de 2015, por lo que supuestamente su operación comercial sería en junio de 2018. De entrada representará la generación de cientos de empleos tanto en Tamaulipas como en Veracruz.
De acuerdo con la información oficial, bajo el nuevo marco jurídico están comprometidos o en proceso de construcción 7 mil 500 km de gasoductos para llevar gas natural a 20 estados; evidentemente Veracruz es uno de los primeros en la lista. Esto además, permitirá a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reconvertir sus viejas plantas de generación para que utilicen gas natural en lugar de combustóleo o diésel. Pero recuerden que también está en licitación el gasoducto Tuxpan-Tula.
Pero otro dato interesante es que el 20% de la energía que consumimos en nuestro país proviene de fuentes limpias, pero para 2024 se espera alcanzar el 35%. El funcionario federal informó que con el objetivo de incentivar el uso de energías limpias, se encuentra en marcha la construcción de 52 nuevas centrales eléctricas en el país, las cuales operarán en 2018 y 2019 en 15 entidades, que representan inversiones por 6 mil 600 millones de dólares. Aún no se ha dado a conocer en cuáles será.
Lo cierto es que Veracruz es uno de los estados que más energía aporta a México, sin importar si es por el petróleo o nucleoeléctrica, como la polémica Laguna Verde.
Hoy que este nuevo proyecto del gasoducto submarino ha iniciado, esperemos se haya socializado la obra, para evitar que suceda lo mismo que en Xalapa, donde no sabemos a ciencia cierta cómo será el proceso de introducción del gasoducto, cuánto tiempo llevará, cuánto costará y, sobre todo, si como ciudadanos podremos o no conectarnos a esta infraestructura para llevar gas a nuestras viviendas, de una manera más económica, porque claro está, algún beneficio debe haber para los xalapeños.
@YamiriRodríguez
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