Por Yamiri Rodríguez Madrid
Más allá de los
resultados electorales de este domingo, es de aplaudirse el número de
veracruzanos que acudieron a las urnas para elegir a las próximas autoridades.
Desde muy
temprana hora, los ciudadanos se formaron en las casillas especiales y, aunque por
ley solo se otorgan 750 boletas, había por lo menos el doble de personas
formadas en cada una de estas.
En las casillas
ordinarias, las filas también eran largas.
Todos tenían, en esta ocasión, la intención de votar.
Es de destacarse
que aún y cuando la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade) nos
ubicó en la quinta posición en cuanto al número de denuncias que se presentaron
este 1 de julio a nivel nacional, estas fueron menos de cien, y el saldo fue
blanco.
Conato de bronca
en una casilla en el puerto; taxis que acarreaban gente, fue lo más destacado a
pesar de que un día antes las denuncias estaban a todo lo que daba.
Veracruz ha dado
muestra de civilidad, como tenía que ser; se cayeron los pronósticos de
aquellos que apostaban que habría sangre en el estado, que se robarían las
urnas, que la mapachería haría gala.
Aunque aún no
hay resultados oficiales, ya hay un virtual ganador y calma, sobre todo calma
en el estado, que eso es lo que más desea la gente.
Vendrá el tiempo
ahora para los partidos de reflexionar hacia el interior, evaluar la
permanencia de sus dirigentes estatales, hacer un examen de conciencia del
porqué de sus fallas, revisar con lupa a dónde se fue el dinero.
Y de los que
resultaron ganadores con el voto de la gente y por la vía plurinominal, de
prepararse para hacer un papel decoroso en la encomienda asignada. El 1 de septiembre entrarán en funciones
senadores y diputados federales; el 5 de noviembre, diputados locales y, el 1
de diciembre, el próximo Presidente y los gobernadores de los estados.
La elección de
este domingo fue histórica y, una clase de política, de todos los que participaron
en esta.
@YamiriRodriguez
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