Por Yamiri Rodríguez Madrid
Para orgullo de
Veracruz, hace apenas unos días el tlacotalpeño Julio César Corrro Lara fue
reconocido por la Presidencia de la República con el Premio Nacional de Arte
Popular, por su taller de laudería “Estanzuela”.
La laudería es
el arte de construir instrumentos veracruzanos de cuerda y, este veracruzano,
es un maestro en la materia, de ahí la distinción en la categoría de
instrumentos musicales, en la que participó con la elaboración de una jarana.
Según lo
explica, desarrolló durante dos meses una jarana primera, tallada en raíz de
cedro con incrustación en hueso en forma de flor, ensamblado de ébano, tapa de
abeto europeo y diapasón de cedro para participar en el XLIII concurso nacional
que se lleva a cabo cada año por el Fondo Nacional para el Fomento de las
Artesanías (Fonart).
Corro Lara es un
personaje digno de presumirse, un promotor cultural incansable que ha llevado
el nombre de Veracruz más allá de nuestro país, con su arte, con su música,
pues es también director del grupo internacional de son jarocho “Estanzuela”.
Bien harían
nuestras autoridades en promover visitas guiadas a los muchos talleres de laudería
que, afortunadamente, tenemos en el estado, tanto en la Cuenca del Papaloapan como
en la región de Alto Lucero, donde se hacen artesanalmente arpas.
Oaxaca lo hace
extraordinariamente con sus talleres de barro, de alebrijes y de tejidos,
generando economía para ayuntamientos que en su mayoría estaban
empobrecidos. Veracruz podría hacer lo
mismo en ambos puntos del estado.
En estas
vacaciones ir a visitar el taller de laudería La Estanzuela, en la bella
Tlacotalpan, resulta imperdible, no solo por conocer cómo se gesta un
instrumento musical tan nuestro como la jarana, sino para que este arte no
muera, para que Veracruz siga poniendo el ejemplo nacional e internacional.
@YamiriRodríguez
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