Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Pareciera una
sospechosa insistencia la del presidente del Organismo Público Local Electoral
(OPLE) del Estado de Veracruz, José Alejandro Bonilla Bonilla, de colocar a
como dé lugar a Liz Mariana Bravo Flores dentro de la nómina, ahora como
consejera electoral.
Ambos ya habían
trabajado juntos en la Secretaría de Protección Civil, en donde él fungió como Director
de Prevención de Riesgos y, ella, como Jefa del Departamento de Prevención de Riegos,
Evaluación y Saneamiento; es decir, era su jefe.
Hace unos días,
el OPLEVER dio a conocer los mejores resultados de los exámenes de quienes
concursan por una plaza para consejero electoral y, ahí, figuraba ella en
primer lugar, entre más de 200 que hicieron la prueba.
Nadie diría nada
de no ser porque ya años atrás trabajó fugazmente en el OPLE, justo cuando
Bonilla Bonilla llegó al cargo y porque en su currículo no tiene experiencia en
el ámbito, contrario a muchos maestros y doctores que se sometieron al concurso
sin la misma suerte que ella, aunque esta es la segunda vez que lo intenta.
Es egresada en
Ciencias y Técnicas de la Comunicación, por la Universidad de Xalapa, con
maestría en Comunicación y en producción artística y markting cultural. Afirma haber sido enlace gubernamental de la
Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario, aunque realmente era asistente
del titular, como sabíamos todos los que llegamos a cubrir la fuente. También borró de su curriculum que trabajó en
la VW como vendedora, pues de nada sirve en el ámbito electoral. Desde 2013 es Directora de la empresa
cultural Producciones TI y, desde
2006, Directora de la empresa de comunicación Oltic.
Recién llegó
Bonilla Bonilla al cargo la nombró jefa de asesores del área de
presidencia. En octubre de 2015, la impuso
como directora de Comunicación Social del entonces Instituto Electoral
Veracruzano (IEV), pese a que no tenía experiencia, ni como reportera ni como jefa
de prensa de otras áreas, aunque su currículo diga lo contrario.
En un mes que
estuvo como titular de dicha área provocó que todos los trabajadores a su cargo
firmaran un documento pidiéndole al Consejero Presidente que Bravo Flores los
tratara con respeto y dignidad pues los había acusado de robo, y hasta denuncia
iba a interponer.
Pero su
altanería y bravuconería no era solo con sus colaboradores sino también con los
medios de comunicación, por lo que a las pocas semanas mejor le dieron las
gracias. ¡Imagínesela cómo trataría a la gente si llegara a ser consejera!
En unos días más
tendrán que redactar sus ensayos cronometrados como parte de las pruebas para
designar a los próximos consejeros electorales. Además del caso de Liz Mariana
hay muchos otros vicios en el proceso, como que postulen para el cargo gente de
Sinaloa y de otros estados.
Ya veremos si
Bonilla se empecina en seguir imponiendo a su ex colaboradora o una vez más, se
queda en el intento.
@YamiriRodriguez
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