Por Yamiri
Rodríguez Madrid
El presidente
municipal de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero está entre la espada y la
pared: entre el reclamo social por el abandono en que tiene a la capital del
estado, a 10 meses de su llegada y la desconfianza con que lo ven sus
compañeros de partido, los morenistas.
Para entender la
molestia de los xalapeños basta con darse una vuelta por la ciudad, ya sea en una
colonia o fraccionamiento, para constatar los incontables baches, lo sucia que
se encuentra la infraestructura urbana, la carencia de obra pública.
Su segundo gran
problema derivó de la misma división que ya existe en el partido en Veracruz:
el grupo mayoritario de los seguidores del gobernador electo, Cuitláhuac García
y Rocío Nahle, y los que están con el próximo coordinador de delegaciones y aún
presidente estatal del partido, Manuel Huerta.
Los primeros
tienen la ligera sospecha de que durante el proceso electoral el académico de
la Universidad Veracruzana (UV) se replegó y no operó nada a favor de su
partido, a fin de no confrontarse con el actual mandatario veracruzano. La línea, presumen, vino del propio Huerta.
Pero los ánimos
se enardecieron ahora que se asegura llegará Clementina Guerrero a la Tesorería
del Ayuntamiento. Si bien el presidente
municipal xalapeño y ella se conocen por la Universidad, lo cierto es que Tula,
como la llaman, fue la primera titular de la Secretaría de Finanzas y
Planeación (Sefiplan) con el panista Miguel Ángel Yunes Linares y, después, se
fue como coordinadora de asesores a la Oficina del Programa de Gobierno, por lo
que lo ven, con recelo, más azul que moreno.
Lo cierto es que
en muy contadas ocasiones hemos visto a Hipólito con Cuitláhuac, por lo que, a
partir del próximo 1 de diciembre, saldremos de dudas si es que se le da, desde
palacio, un buen trato al Ayuntamiento o, simplemente, se le trata como uno más
de la oposición, aunque tengan las mismas siglas partidistas. Por el rescate de
Xalapa, esperemos que no.
@YamiriRodriguez
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