Yamiri Rodríguez Madrid
Este lunes, el Instituto Mexicano para la
Competitividad (IMCO) presentó el índice de Competitividad Estatal 2023 en el
que Veracruz casi queda, una vez más, como la cola del perro: hasta atrás. De
acuerdo con su reporte somos la séptima entidad con menor competitividad y una
de las nueve que no tuvo avances. Los estados más competitivos son Ciudad de
México, Querétaro y Nuevo León y, en contra sentido, están Guerrero Oaxaca y
Chiapas. Pero revisemos nuestro caso.
En la posición 27 de 32, Veracruz está en
rojo en el subíndice de sociedad. Conforme a la medición, estamos reprobados en
el porcentaje de mujeres económicamente activas (37.3 por ciento) y en
esperanza de vida, pero en acceso a instituciones de salud, mortalidad
infantil, camas de hospital, personal médico y de enfermería, personal médico
con especialidad y migración, estamos en la tablita.
Pero hay muchos otros indicadores en los
que estamos en el subsuelo: en el nivel de nuestra deuda pública, en la pérdida
de cobertura arbórea -ahí les hablan al gobierno estatal y de Xalapa con sus
obras ecocidas-, y en las barreras que les ponen a candidatos independientes.
La mayoría de los indicadores de los
subíndices de Derecho, Medio Ambiente, Gobiernos, Innovación, Apertura
Internacional, Mercado de Trabajo, Economía, Infraestructura y Sistema
Político, están en amarillo. Para no hacerle el cuento largo, en lo único que
estamos en verde es en costo del delito, participación ciudadana, brecha de
ingresos por género y morbilidad por enfermedades respiratorias.
¿Qué tendrá que decir a todo esto el
secretario de Desarrollo Económico y Portuario (Sedecop), Enrique Nachón
Aguirre? No solo es su responsabilidad el abonar a la competitividad del
estado; pareciera que ahí en el gabinete cada uno toca una partitura diferente
y, muchos otros, de plano solo hacen bulto.
@YamiriRodriguez
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