Yamiri Rodríguez Madrid
Una contienda electoral es muy similar al póker:
hay quienes blofean con la mano que tienen sin tener siquiera una jugada
decente: eso es lo que estamos viendo en estos momentos en Veracruz.
Aunque hay hasta ahora cinco aspirantes a
la candidatura de Morena a la gubernatura veracruzana -Rocío Nahle García, Zenyazen
Escobar García, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Sergio Gutiérrez Luna y Eric
Cisneros Burgos-, varios de ellos blofean con el supuesto músculo y trabajo que
tienen: lo hacen tanteando para ver si así pueden asegurar el número uno en la
lista de plurinominales a las diputaciones locales o federales o bien la candidatura
al Senado.
Las diversas encuestas que se han publicado
hasta ahora, las reales, no las sacadas de la manga, cierran la contienda
interna entre dos aspirantes: la única mujer y el secretario de Educación de
Veracruz. Aun así, hay quienes insisten
en que tienen con qué para ser incluidos en las encuestas.
Pero en política, como en otros aspectos
de la vida, hay que aprender a negociar. Ya vimos que en el plano nacional
lograron llegar a un acuerdo el mes pasado: respetar sin chistar el resultado
de la encuesta ordenada por el partido, apoyar a quien llegue a la recta final
y no dejar a la deriva a los incluidos en la encuesta. Y aunque será después de septiembre cuando se
dé línea de lo que se hará en Veracruz, lo mismo debería de replicarse ya en el
estado.
Hay quienes tienen en este momento la oportunidad
de hacer una apuesta segura retirándose a tiempo; si otros insisten en doblar
la apuesta, corren el riesgo de que se cumpla el dicho del perro de las dos
tortas: sin candidatura ni cargo en la próxima administración.
Ya veremos cómo se ponen de acuerdo entre
los cinco.
@YamiriRodriguez
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