Yamiri
Rodríguez Madrid
Una beca es la diferencia entre salir de
la pobreza o continuar inmersos en un círculo vicioso; una beca determina la
vida de un estudiante y de su familia, pero eso no lo entienden quienes hacen “políticas
públicas” detrás de un escritorio, como el Conachyt quien pone en la tablita
las becas de posgrado.
Según se ha expuesto, hace apenas dos
semanas se empezaron a conocer las decisiones de la actual Junta de Gobierno
del Conahcyt acerca de la clasificación de los temas prioritarios, y
de los programas educativos de posgrado, ubicando en la categoría 1 a los de
investigación, y en la 3 a los de perfil profesionalizante, entre otras ocurrencias.
Ya varios rectores del país tienen las alarmas prendidas ante el impacto que esto
ocasionará.
Una de las primeras en salir fue la rectora
de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, quien demandó
un diálogo con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, pues
afirmó que las instituciones que hacen investigación ni siquiera son tomadas en
cuenta para este tipo de acciones. Las respuestas que ha recibido han sido solo
descalificaciones.
Ahora salió la Universidad Veracruzana
(UV) a pedir que los programas educativos de posgrado, con perfil de
investigación, se retomen como prioritarios, así como la revisión de los
criterios aplicados para su clasificación, pues 63 quedaron fuera del esquema
de becas. Entre estos, por ejemplo, están
la Maestría en Ciencias Alimentarias o la Maestría en Gestión Ambiental para la
Sustentabilidad, prioritarias para los tiempos que estamos ya enfrentando.
A decir de la UV, hace dos semanas Conahcyt
les informó que sólo 27 de sus 133 programas educativos registrados ante el
Sistema Nacional de Posgrados (SNP) eran elegibles para becas. Aunado a lo
anterior, les están pidiendo que sean ocho los investigadores que cuenten con
SNI 1, lo cual calificó como desconcertante. Es decir, no conocen los criterios
de Conhacyt para tomar esta determinación, ni cómo estipularon los
temas prioritarios. Los dejaron a ciegas y prácticamente, sin becas y con un
puñado de investigadores.
Se trata, sin duda, de una justa demanda;
pero llama la atención que quien sale en representación de la máxima casa de
estudios en la entidad es Édgar González Gaudiano, titular de la Dirección
General de la Unidad de Estudios de Posgrado (DGUEP) y no el rector Martín
Aguilar, ¿será que no quiere incomodar más a Morena? De todos es sabido que el rector tiene una
amplia simpatía con ese partido en el poder y que incluso goza de la amistad de
personajes muy encumbrados en el plano nacional. En un tema como este, tan delicado para la
Universidad, no se podían quedar callados, pero a diferencia de otros rectores,
no quiso él entrarle a la confrontación.
Por algo será…
@YamiriRodriguez
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