Por Yamiri Rodríguez Madrid
El próximo 1 de
diciembre entrará en funciones el nuevo gobernador del Estado de Veracruz;
empero, los días por transcurrir han sido, y seguirán siendo álgidos, como un
pleito al estilo Hollywood, como Kramer contra Kramer.
Y es que en el
altiplano nacional se comenta que el panistal, Miguel Ángel Yunes Linares
alista ya su toma de protesta para la noche del 30 de noviembre y así, asumir
funciones en el primer minuto del primer día del doceavo mes.
Esto no es
únicamente para no competir en la agenda de los invitados con el gobernador
electo panista de Aguascalientes, Martín Orozco, sino para mantener viva la
llama de la pugna con Javier Duarte hasta el último momento.
Pero una cosa es
el querer y otra el poder pues, con un Congreso Local a tercios, cómo le hará
el oriundo de Soledad de Doblado para que le autoricen una dispensa de ley y
pueda rendir protesta a deshoras laborales.
Lo cierto es que
mientras cocina su siguiente paso, Yunes Linares le marca agenda al mandatario
en turno y así, a la acéfala área de Comunicación Social de Gobierno del Estado
se le hace engrudo el atole, al tener que emitir diariamente comunicados
intentado aclarar o responder al electo.
Y éste por su
parte, cae en excesos, al enviar sus boletines con cabezas donde ya se pone
como Gobernador del Estado y, en el cuerpo de los mismos, perdido entre línea
aclara que es electo.
Por eso le digo
que los veracruzanos estamos como los hijos de ese filme ochentero de Kramer
contra Kramer, o, como dice el dicho: entre mula y mula nada más las patadas se
oyen, lo malo es que los ciudadanos estamos en medio.
@YamiriRodríguez
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