Por Yamiri Rodríguez Madrid
El pasado
domingo visité, después de varios años, el Museo de Antropología de Xalapa
(MAX), quedando un sabor agridulce tras el recorrido pues, es una pena que esa
riqueza histórica esté resguardada en un inmueble que está viviendo los estragos de la falta de
mantenimiento.
En primer
término, me pareció muy positivo el hecho de que por 50 pesos, uno pueda contar
con una audio guía, descargada en un ipod y que, además, le ofrezcan un libro
para niños, por solo 20 pesos, que es todo el recorrido explicado de una manera
muy original y sencilla, pero que además, les servirán en el futuro para
tareas.
Era domingo y el
recinto estaba lleno. 50 pesos la
entrada general, niños gratis y descuento del 50 por ciento a estudiantes y
maestros. Conforme uno comienza a
adentrarse en el museo, puede darse cuenta de las filtraciones que ya hay en
los techos: no hay una sola sala cuyo techo esté en óptimas condiciones.
Asimismo, muchas
de las piezas que están dentro de vitrinas resulta casi imposible verlas, pues
los focos de algunos reflectores están fundidos y ya no fueron
reemplazados.
Hay paredes con
humedades que, tarde que temprano, podrían dañar las piezas milenarias que hay
en el MAX.
Lamentable sin
duda alguna que siendo éste el segundo museo de arqueología más importante de
México no se le dé mantenimiento. Por
una parte es entendible dado que el Gobierno del Estado mantiene un añejo
adeudo con la Universidad Veracruzana (UV) y, lo poco que cae, es para el pago
de nómina.
Pero, ¿dónde
están los patronatos?, ¿dónde está el interés de nuestras autoridades, ya sea
estatal o municipal por preservar nuestro legado? A este paso, estamos en
riesgo de perder nuestro legado.
@YamiriRodriguez
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