Por Yamiri
Rodríguez Madrid
El año pasado
tomé por lo menos una veintena de vuelos nacionales con diferentes
aerolíneas. Este año llevo por lo menos
media docena. Para entretener a los
pasajeros, siempre encuentra uno en el revistero del asiento un par de revistas
de las propias aerolíneas en las cuales, además de artículos ligeros sobre
destinos interesantes, hay un sinnúmero de anuncios de hoteles, restaurantes y,
por supuesto, destinos turísticos nacionales y extranjeros. En ninguna de esas revistas he visto, ni por
equívoco, una sola referencia de Veracruz.
Durante años,
gobernantes van y gobernantes vienen, y nos dicen que somos uno de los
principales destinos turísticos de este país pero, no le invierten ya un solo
peso a la promoción. Y no es que Veracruz no pueda competir, pues bellezas
naturales tenemos para dar y repartir, pero no hay la visión de promocionarlo
dentro del propio mercado interno.
Desde el año
pasado hay una permanente presencia en este tipo de publicaciones de
Tijuana. La primera referencia que
viene a nuestra mente al mencionarlo es la frontera, el migrante, la maquila,
pero no un destino turístico. A
diferencia de nosotros, su gobierno ha tenido la visión de promocionar su
gastronomía, los atardeceres en el Pacífico, su cercanía con San Diego y demás,
y hoy nos lo presentan como una ciudad que se antoja visitar.
Mérida Yucatán
es otro ejemplo de esto. En cada nuevo
ejemplar encontramos muestra del desarrollo inmobiliario que están viviendo,
con anuncios de venta de departamentos en torres de super lujo o terrenos en
clubes de golf o campestre a precios exorbitantes pero que tienen una gran
demanda.
Teniendo a
lectores cautivos se promocionan también paquetes de viajes a los principales
destinos nacionales: Riviera Maya, Los Cabos, Acapulco, Ciudad de México, con
precios que van hasta los 66 mil pesos por persona, con avión incluido y dos
noches de hospedaje.
Otros más
modestos a Guadalajara, Monterrey o Aguascalientes, los encuentra hasta por 6
mil pesos; ero Veracruz resulta inexistente.
Estamos en una
crisis en el estado; sí, pero tenemos infraestructura hotelera, hermosos
destinos que podrían ser promocionados como ecoturismo o turismo de aventura;
tenemos gastronomía, tenemos la calidez de la gente, entonces, ¿Por qué no le
invertimos a la promoción turística como una apuesta a mejorar nuestra
economía? No se trata solo de llenar hoteles en Semana Santa y puentes, sino
encartarnos verdaderamente en la oferta turística nacional y desarrollar nuevos
productos, porque tenemos con qué. No nos
quedemos en la miopía burocrática.
@YamiriRodríguez
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