Por Yamiri Rodríguez Madrid
Dice un dicho
que cuando el río suena, agua lleva aunque, muchos se hagan de oídos
sordos. A lo largo de estos días hemos
escuchado muchas voces de mujeres, que sí saben del tema de género, advertir de
un dedazo en la designación de la titular del Instituto Veracruzano de las
Mujeres (IVM).
Después de que
cerrara la convocatoria, se dio a conocer que fueron 11 mujeres las que se
inscribieron, entre estas la encargada de despacho, Sara Palacios, quien como
burla o en un intento de a ver si es chicle y pega, se registró.
Pero las
feministas no creen que el gran dedo apunte a la ex lideresa juvenil del Partido
Acción Nacional (PAN); ni tampoco a Yolanda Olivares, quien es de las panistas
de renombre en el estado y que ha picado y picado piedra.
Denisse
Guadalupe Castán Hernández, ex directora municipal de los Derechos Humanos y ex
directora del Instituto Municipal de la Mujer en Poza Rica, tiene el plus
además de ser prima del secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán. Si fuera Rodríguez López o Pérez, diríamos
que somos muchos pero, Castán, hay muy pocos.
Y es que el
líder moral del PRD, hoy funcionario del yunismo, ha sabido arar bien la
parcela, o jugar bien las pocas fichas que le dejaron y, el Instituto, es una
de esas.
Franco Castán
puso a su amigo de la infancia, Pedro Díaz, como comisionado de la Comisión
Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), por lo que por qué no
poner a su prima en un cargo mucho mejor.
De ahí la
molestia de muchas mujeres pues, desde el inicio, el proceso se dio opaco y
ahora, que está incluida la ex funcionaria municipal, dicen confirmaron sus
sospechas.
¿Estarán
dispuestos a asumir el costo del nepotismo en la imagen del gobierno? Demasiado
caro en estos términos les ha resultado el Instituto con una interina,
¿seguirán cargando con este costal a cuestas habiendo tantas mujeres con capacidad?
A cómo están las cosas, difícil que el secretario, y primo, tenga la última
palabra.
@YamiriRodríguez
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