Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Desde 2013 la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT) nos anunció que la ampliación del Puerto de
Veracruz costaría 60 mil millones de pesos, de los
cuales 25 mil millones provienen de recursos públicos, y se generarán 140 mil
empleos, 40 mil directos y 100 mil indirectos.
El proyecto se lleva a cabo en dos etapas: la
primera, tendrá una inversión total de 24 mil millones de pesos y una capacidad
tres veces mayor a la actual, mientras que la segunda será de 36 mil millones
de pesos, y capacidad superior en seis veces.
Nos han dicho también que el puerto se mantendrá
como la principal puerta del país en el Golfo de México y reforzará el
impulso del avance económico regional y nacional, capaz de competir en precios
y calidad con los más grandes del mundo.
Esta semana se dio a conocer que por primera vez en la historia
de este recinto se superó el millón de contenedores manejados sin siquiera
haber concluido el año pero, ¿están las carreteras veracruzanas preparadas para
esto?
Al haber un mayor
movimiento portuario obliga a que se registre también un mayor número de
trailers por las carreteras federales y de cuota, las cuales por cierto, se
encuentran en muy mal estado.
La caseta de Fortín-Orizaba,
por ejemplo, que cuesta 1 peso el kilómetro, demora uno hasta 10 minutos para
que le cobren –casi lo del trayecto-, pues solo hay un solo operador. Si nos referimos a las del sur, nota usted
inmediatamente cuando sale del estado y entra a Oaxaca, porque en ese estado,
que se supone está más rezago que el nuestro, no hay baches en sus carreteras.
Y aderece el mal estado de
las carreteras con el de la inseguridad, pues a los transportistas ya los
agarraron de encargo con los robos.
Así, al igual que ya se
cacaraquea la inversión portuaria, es necesario que se intervengan las
carreteras y se amplíen, pues es casi seguro que una vez que quede la primera
etapa, veremos más unidades de doble remolque por nuestras pésimas carreteras,
un sinónimo de muerte para los automovilistas.
Si vamos a crecer,
nuestras vías de comunicación deben hacerlo a la par con todas las medidas de
seguridad necesarias pues sino será como el que come y come y come y cuando
quiere salir por la puerta, se queda atorado en el marco de la puerta. Rudimentario el ejemplo pero el más ilustrativo.
@YamiriRodríguez
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