Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Ahora sí, que
como dice la canción, cómo han pasado los años, las vueltas que da la
vida. Quién hubiese imaginado que Amadeo
Flores Espinoza, ex dirigente estatal del PRI, ex presidente del Congreso
Local, ex procurador y toda una cartera de cargos que tuvo gracias a su
militancia, ahora se volviera Yunista azul.
El también líder
moral de Vía Veracruzana –o Viagra como se le conoce en los pasillos
políticos-, ya no apoyará al que fuera su partido y tanto le dio: el
Revolucionario Institucional, pues se van ahora con Miguel Ángel Yunes Márquez,
hijo del actual mandatario veracruzano y candidato albiazul a suceder en el
cargo a su padre.
Rápido se le
olvidó también la notaría que le regalaron en el Duartismo, por eso ahora,
intentando impulsar a su hijo, Amadeo Flores Villalba, quien ya es magistrado,
se van con los Yunes.
Por eso circulan
con orgullo las fotos de su retoño en abrazo fraterno con el candidato del
PAN-PRD, aun cuando su foto sigue colgada de la Sala Expresidentes, del Comité
Directivo Estatal.
El reducto de
personajes que integran Vía Veracruzana afirman que es una asociación política,
que desde hace 20 años, ha sido un organismo plural y que, además, Amadeo y el
gobernador son amigos desde la infancia.
Si ese es el
argumento, entonces por qué Amadeo mejor no se abstuvo de participar
directamente en la campaña a la gubernatura de Héctor Yunes pues, de otra
manera, era juez y parte, tenía el corazón dividido y, como el tiempo siempre
da la razón, se inclinó hacia el lado azul.
Como Amadeo
Flores, habrán muchos otros más que empiecen a abandonar el barco, como sucede
en cada elección. Son convicciones de
veleta que, al ver que ya no hay más, mejor se cambian de bando, con tal de
asegurar su subsistencia política. Ni
el primero, ni el último.
@YamiriRodríguez
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