Por Yamiri Rodríguez Madrid
Esta Legislatura ha presumido ser la
primera en gozar de equidad de género. Sin embargo, entre el deber ser y el
ser, hay una distancia abismal.
Lo vimos, en primer término, en la conformación
de la Mesa Directiva, en donde ninguna de las 25 diputadas locales fue tomada
en cuenta. Ahora, se pretende dar un albazo en el Centro de Estudios para la
Igualdad de Género y Derechos Humanos.
El pasado mes de marzo su extitular,
Martha Mendoza Parissi, renunció a dicho cargo después de 3 años. Como la
anterior Legislatura ya estaba en su recta final se nombró a una encargada de
despacho, y con el cambio, la semana pasada se nombró a la nueva interina:
María Elena García Filobello.
Lo anterior ha provocado molestia en
muchos de los colectivos en pro de los derechos de las mujeres, pues consideran
que se trata de un albazo para imponerla en el cargo, sin que medie
convocatoria pública, tal y como lo establece el reglamento de servicios
administrativos del Congreso del Estado en los artículos 8 y 13 bis.
Pero más criticable les resulta que García
Filobello, quién fuera panista, pertenece al grupo político del hoy Secretario
General de la LXV Legislatura
estatal Domingo Bahena Corbalá, quién no tan solo pasa por alto el
procedimiento por el que fue creado este espacio, sino que con ello comete
violencia institucional en contra de las mujeres y viola sus derechos.
El Congreso del
Estado de Veracruz es el único que a nivel nacional cuenta con un Centro de
Estudios en la materia, a diferencia de los otros que solo cuentan con unidades
de género. Este logro, que permite dar un enfoque académico para
transversalizar la perspectiva de género y los derechos humanos, podría ser
vulnerado con esta imposición: un doble discurso inadmisible en un escenario de
gran impulso a la causa de género.
@YamiriRodriguez
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