Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Quien empezó con
el pie izquierdo su gestión es el secretario de Educación en Veracruz, Zenyazen
Escobar, pues el recibimiento que le dio el verdadero magisterio no fue
precisamente el más cálido para el recién titulado comunicólogo.
Sin embargo, no
solo han sido las protestas a lo largo y ancho del estado por haber metido
amigos y compadres, sin perfil como él a la estructura, sino la bomba de tiempo
que tiene entre sus manos y que nada más, no se ve, cómo puede desactivarla: la
situación de inseguridad en que se encuentran cientos de escuelas,
principalmente en el sur y norte de la entidad.
En Coatzacoalcos,
por ejemplo, existe la denuncia de que en muchos planteles educativos han sido blanco
de la extorsión, por lo que muchos padres de familia ya no quieren enviar a sus
hijos a las escuelas.
En Zongolica, en
la zona montañosa de Veracruz, desde inicio de año varios maestros han sido
secuestrados por 5 o 10 mil pesos, por lo que muchos o bien buscaban su cambio
o ya de plano no querían ir a trabajar por temor a perder la vida.
Si mezclamos ese
coctel que prevalece en la entidad, el problema al que se enfrenta el flamante Secretario
no es menor y, sin experiencia alguna, se potencializa su magnitud.
Si Zenyazen
Escobar cree que ahora que la marcha atrás a la Reforma Educativa es inminente,
será la solución a todos los problemas que tiene con el magisterio se equivoca
pues el logro, si es que así se insiste en ver, es para la Federación, ni
siquiera para el Gobierno del Estado.
Bien haría el
Secretario en comenzar por dejar de lado su actitud soberbia, de perdona vidas
y comenzar a tejer nexos con el magisterio pues, de lo contario, si esa es su
estrategia, no habrá de demorar en el cargo ni un solo año.
Y que no se
olvide que, en educación, somos uno de los estados más rezagados. ¡Pobres niños
y jóvenes veracruzanos!
@YamiriRodriguez
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